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Educación

Expertos en discapacidad piden a Celaá "dar pasos" hacia una educación inclusiva con centros "para todos"

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace http://bit.ly/EducacionInclusivaconIsabelCelaa

MADRID
SERVIMEDIA

Tres expertos en educación de personas con discapacidad han reclamado a la ministra en funciones de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, "empezar ya a dar pasos" hacia un sistema educativo inclusivo, en el que exista una única red de centros "para todos" los alumnos, tengan o no algún tipo de discapacidad.

Así lo trasladaron la responsable del Departamento Jurídico de Plena Inclusión España, Inés de Araoz; el director de Aleph-TEA (asociación para la educación del espectro autista), Pedro del Río; y la madre de un joven con discapacidad intelectual, Macu Blanco, durante un debate sobre educación inclusiva organizado por la agencia Servimedia con Plena Inclusión.

Los tres se dirigieron a Celaá para pedir que España avance hacia un modelo de centros único, en lugar del sistema actual en que los centros ordinarios conviven con centros de educación especial, cuya existencia ha sido criticada por el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Según De Araoz, el derecho a la educación inclusiva está recogido en la Convención de Naciones Unidas sobre las Personas con discapacidad, con lo que su incumplimiento "supone una vulneración de este tratado. A su juicio, "el problema es que la ley recoge la inclusividad como un principio, pero no como un derecho".

Explicó que esto supone que se procurará la escolarización de todos los alumnos en centros ordinarios pero que, si no se disponen de los apoyos precisos, "se les matriculará en aulas específicas o en centros especiales", situación en la que actualmente se halla el 17% del alumnado con dichas características.

"Por supuesto que este es un derecho de realización progresiva, pero eso no quita que tengamos que empezar a dar pasos para evolucionar del sistema que tenemos ahora, con dos modelos, a un sistema único para que todos los niños y niñas vayan juntos", reclamó De Araoz.

Para Macu Blanco, "en el siglo XXI hablar de que se excluye a un alumno del sistema educativo por discapacidad intelectual es un escándalo". Esta madre tiene un hijo de 16 años con discapacidad intelectual matriculado en el colegio San Ignacio de Loyola de Torrelodones. Se trata de un centro ordinario donde su niño se encuentra ahora muy bien, pero donde la dirección, los profesores y el alumnado han vivido un proceso de adaptación muy importante durante 10 años.

FALTA DE MEDIOS

Para esta madre, el problema es la falta de preparación del profesorado y las excesivas ratios que impiden que de verdad se preste una educación personalizada y verdaderamente inclusiva.

Denunció que, con 32 estudiantes en cada clase, es "muy complicado para un profesor", y destacó que el problema de la educación ordinaria frente a la especial es la falta de recursos. En su opinión, "el éxito de los centros especiales se debe muchas veces al fracaso de la ordinaria".

"Hay niños que han vivido experiencias muy traumáticas, que mejoran mucho en los especiales. Los padres quieren estar tranquilos, y cuando llevan a sus hijos a estos centros y ven que están contentos, que quieren ir a clase, que tienen amigos, que no lloran..., entran en su zona de confort", relató. "Por eso, es normal" que la posibilidad de que se cierren estos centros "les ponga muy nerviosos".

Además, prosiguió, la escolarización en centros ordinarios "requiere un enorme esfuerzo por parte de sus padres, que tienen que ayudarles con los deberes, buscar actividades extraescolares, procurarles muchos apoyos...". "En la educación ordinaria y en el esfuerzo de todo el movimiento educativo por ella no hay ningún interés económico, sólo queremos el bien de nuestros hijos", recalcó.

Por esto, "queremos que se trate la ordinaria como la especial, porque no está teniendo los apoyos que la especial sí recibe", apuntó. "En definitiva, se han estado ofreciendo respuestas que no son verdaderamente inclusivas" por falta de medios, apostilló De Araoz, tras reclamar "una modalidad única de escolarización, basada en el interés superior del niño".

FORMACIÓN DOCENTE

La misma idea expresó Pedro del Río, cuya asociación gestiona una red de 10 aulas para alumnos con autismo, seis de las cuales se hallan en centros ordinarios. "Empezamos en 2006 como un proyecto pionero en la Comunidad de Madrid, y entonces sí teníamos una dotación muy adecuada, en tanto que era un programa de investigación".

Sin embargo, ocho años después redujeron los fondos, y esto se aprecia en los resultados. Señaló que todo empieza por sensibilizar a los profesores y por mejorar su formación.

A su juicio, a los docentes "les faltan estrategias para tratar la diversidad, no solo en temas de discapacidad, sino también en lo referente a problemas del lenguaje, variedad racial, etc.".

También se necesitan más recursos, prosiguió, pues "en algunas aulas tendrá que haber dos profesores, y muchas veces 18 alumnos en lugar de 30".

Por último, indicó que cuando se realiza una buena sensibilización, los alumnos han demostrado "un acercamiento bastante natural" a los estudiantes con autismo. "Así lo hemos visto en los centros donde trabajamos. Por eso, es importante derribar estos muros que nos hemos levantado nosotros mismos".

A este debate sobre educación inclusiva organizado por Servimedia asistieron también el vicepresidente primero del grupo social ONCE, Alberto Durán; el presidente de Plena Inclusión, Santiago López Noguera, así como otros directivos de ambas entidades.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2019
AGQ/pai