El dirigente donostiarra respondió de esta forma tras ser consultado por las palabras que profirió el expresidente del PP y del Gobierno José María Aznar en marzo al hablar de las acusaciones de Vox a su partido, sobre las que comentó que a él “nadie” se atrevería de hablarle “de derechita cobarde a la cara”.

“Respeto a quien hizo mucho pero pido confianza para dejar paso a unos dirigentes políticos que están obsesionados con mirar al futuro y construir una España edificante en la que no nos tiremos los trastos a la cabeza”, manifestó Sémper en el acto organizado este lunes en Bilbao por Nueva Economía Fórum, donde aseveró que “nadie” puede dar “lecciones” a los populares vascos sobre defender las siglas del PP.

Durante su intervención, el candidato popular a la Alcaldía de San Sebastián reiteró que se siente “orgulloso” de pertenecer al PP, aunque subrayó que su propuesta para la ciudad “trasciende” sus siglas “como en su día hicieron Gregorio Ordóñez o María San Gil”. Políticos que, a su parecer, fueron “capaces de aglutinar en torno a su proyecto a gente que, independientemente de a quien vote”, quiere para la capital guipuzcoana el mismo “modelo de ciudad”.

“Quiero reflejar de manera clara y contundente que soy del PP, pero que creo en un proyecto de ciudad que esté por encima de las siglas del partido”, insistió Sémper, que sin embargo apuntó que no tiene intención de “ocultarlas”.

"MORIR DE ÉXITO"

Sobre su proyecto, reconoció que San Sebastián no tiene “graves problemas” de seguridad ni de paro. Tampoco hay barrios desestructurados ni “problemas urbanísticos serios”. Sin embargo, el popular afirmó que la capital guipuzcoana “corre el riesgo de morir de éxito, de emborracharse de autosatisfacción”.

En este sentido, apuntó a que el precio medio del alquiler es de 1.300 euros, y que el envejecimiento de la población es “más acusado” que en otras zonas de España. “Sabemos cómo se pincha un globo. Haciéndolo explotar con un alfiler, o a través de un pequeño agujero que provoque que se vaya desinflando poco a poco”.

Al respecto, afirmó que San Sebastián es una localidad con una “extraordinaria capacidad”, aunque advirtió de que para mantenerla “necesita moverse” para evitar “caer en una especie de narcotizante y que la impida convertirse en una ciudad de referencia”.

Sémper ahondó en que “una ciudad tan importante” tiene que “expulsar de su debate problemas ya superados” como la división entre nacionalistas y no nacionalistas y la reproducción de “viejos esquemas aburridos y tóxicos para cualquier ciudad que quiera mirar al futuro”.

El dirigente conservador hizo también alusión a la necesidad de incorporar a la capital guipuzcoana elementos para “dar respuesta a los más jóvenes”, facilitándoles “elementos habitacionales” que les permitan obtener viviendas más baratas. Sémper apuntó a las viviendas colaborativas, que pueden ser también una respuesta a las “personas mayores que no quieren vivir en una residencia convencional”. “Es un objetivo prioritario que aflore suelo y se modifique su calificación actual para nuevas modalidades habitacionales”, afirmó.

Además, apostó por la explotación cultural del territorio para “romper con la estacionalidad”, así como impulsar una economía 5.0 “vinculada a nuevas tecnologías y el desarrollo sostenible”.

“Lo afronto rodeado de gente con talento, con ambición. Con vocación de centralidad”, alegó Sémper, que aseveró que “el centro son las personas”.