En sus actos de partido durante esta campaña electoral, el presidente en funciones recordaba las principales medidas, sobre todo sociales, que había puesto en marcha su Ejecutivo, como el subsidio para parados de más de 52 años, la ampliación a ocho semanas del permiso de paternidad o el incremento a 900 euros del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Pero también exponía aquellas cuestiones que pondría en marcha si seguía en el Ejecutivo. Sánchez recordaba, 'grosso modo', lo que contempla el programa electoral, según el cual si se aborda una reforma de la Constitución, los socialistas se comprometen a blindar en la Constitución el carácter público del sistema de pensiones y su revalorización anual en base al aumento del coste de la vida.

Además, el PSOE garantiza incluir como derechos fundamentales en la Constitución los derechos sociales básicos de las personas, como los derechos a la protección de la salud y a la protección por la Seguridad Social ante situaciones de necesidad previstas en la ley, incluyendo el reconocimiento del derecho a una renta o ingreso mínimo vital ante situaciones de carencia efectiva para el mantenimiento de una vida digna.

En las 110 medidas del programa del PSOE se habla de una Estrategia de Renovación del Sistema Nacional de Salud, que comprenda especialmente la mejora de los recursos existentes y de las condiciones de los trabajadores de la sanidad pública; la adaptación tecnológica del sistema, potenciando la innovación a través de la medicina de precisión y personalizada, y la ampliación de la cartera de servicios, incluida la progresiva incorporación de la atención a la salud bucodental. Esta última medida era especialmente aplaudida por los asistentes en los mítines.

Otra de las medidas que tenían mayor acogida eran el Ingreso Mínimo Vital para erradicar la pobreza infantil y la revisión del copago farmacéutico, eliminándolo para pensionistas y personas de menores ingresos.

Además, el PSOE promete que se prestará especial atención a las enfermedades raras y a las grandes discapacidades, así como la incorporación de la teleasistencia avanzada y la figura del asistente personal al catálogo de prestaciones del Sistema de Atención a la Dependencia.

La aprobación de una ley para regular la eutanasia y la muerte digna era también otras de las cuestiones que mejor acogida tenían por parte de quienes escuchan a Sánchez, máxime tras el caso de María José Carrasco días antes del inicio de la campaña.

La eliminación del ‘voto rogado’ y el impulso a una nueva Ley de Seguridad que sustituya a la ‘ley mordaza’ también forman parte de las iniciativas para el nuevo Ejecutivo prometidas por Sánchez, al igual que la eliminación de los “aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012” y la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.

En lo que supone retocar la Carta Magna, los socialistas llevan en su programa electoral –y así lo ha recordado Sánchez en mítines- limitar los aforamientos políticos a impulsar la iniciativa legislativa popular, reduciendo a 300.000 las firmas necesarias para aceptarlas a trámite.

Igualmente, defiende el reconocimiento adecuado de las personas con discapacidad y sus derechos con la modificación del artículo 49 que decayó en el Congreso por la disolución de las Cortes.

Para llevar a cabo estas medidas, Sánchez tendrá que pactar con otras formaciones para que vean la luz en las Cortes. Tras su victoria electoral, el presidente en funciones aseguró que la condición que pondrá para alcanzar futuros pactos será “respetar la Constitución Española y avanzar hacia justicia social, hacia la convivencia, hacia la limpieza política”. De hecho, aseguró que su mandato irá enfocado en los tres objetivos que ha fijado en la campaña electoral: avanzar en justicia social; avanzar en la convivencia y acabar con la crispación política y territorial; y reivindicar la ejemplaridad política.