De este modo, los socialistas consiguen el 29,70% de las papeletas y 129 escaños, que se consolida como la fuerza política más votada, seguida del PP, que se quedaría con el 16,69% y 67 asientos.

Por su parte, Cs obtiene el 14,60% de los apoyos y 54 diputados, seguido de Unidas Podemos, con el 11,99% de los votos y 32 asientos.

Vox entraría en el Congreso de los Diputados con el 9,71% de las papeletas y 23 asientos.

ERC se alza con el 3,59% de los votos y 15 escaños, seguido de Guanyem, con el 2,10% de las papeletas y siete asientos; Junts per Catalunya, con el 1,80% de los votos y siete escaños; y PNV, con el 2,77% de los apoyos y seis diputados.

EH Bildu se alza con el 1,70% de los sufragios y cuatro escaños, Navarra Suma obtiene el 0,60% de los votos y dos diputados, Compromís logra el 0,51% de las papeletas y un asiento y el Partido Regionalista consigue el 0,25% de los apoyos y un asiento, y Coalición Canaria y Coalición por Melilla logran un escaño cada uno.

Las cifras dan un vuelco a la última composición parlamentaria donde el PSOE contaba con 85 de los 350 diputados que configuran el Congreso de los Diputados, mientras que el PP obtuvo 137 escaños.

La coalición Unidos Podemos-IU-Equo se erigió en dichas elecciones como la tercera fuerza, con 45 diputados; seguida por Ciudadanos, con 32.