Rajoy arengó así a la cúpula del partido durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, reunido esta mañana en Madrid para analizar el resultado de las elecciones autonómicas de Cataluña.

A su juicio, los 18 diputados conseguidos ponen de manifiesto que "cada día crece en España la confianza hacia el PP". Para refutar esta tesis, citó los antecedentes de las elecciones de Galicia y el Parlamento Europeo, en las que vencieron los populares, y del País Vasco, donde fueron determinantes para que el socialista Patxi López fuera nombrado lehendakari.

Dio especial importancia al hecho de que en Galicia, País Vasco y Cataluña el PP llegaba con tres candidatos nuevos como Alberto Núñez Feijóo, Antonio Basagoiti y Alicia Sánchez Camacho. El resultado de todos ellos demuestra, en su opinión, que "los cambios que se plantearon han sido útiles y han funcionado bien".

Para el futuro, Rajoy indicó que el PP debe "mantener la línea de estos dos años y medio" en los que ha visto crecer su apoyo en las urnas para "convencer a más españoles de que los principios del PP son buenos para ellos y para el conjunto de España".

ADAPTAR EL PROYECTO

Explicó que el objetivo para el resto de la legislatura debe ser "ir adaptando nuestro proyecto y nuestro programa a la propia sociedad española" para ofrecer a los ciudadanos "un gobierno serio, con sentido común, con sensatez" que atraiga cada vez a más votantes.

"Tenemos unas ideas y unos principios que no se trata de echárselos a nadie a la cara, unos principios en los que creemos y no los vamos a cambiar, se trata de convencer a más españoles de que los principios del PP son buenos para ellos y para el conjunto de España, se trata de ir adaptando nuestro proyecto y nuestro programa a la propia sociedad española", dijo.

Rajoy subrayó la "vocación mayoritaria" que debe tener el PP, al que instó a no conformarse con estos resultados ni con "ser visagra de nadie" porque su aspiración debe ser estar "al servicio de todos los españoles" al frente del Gobierno de España.

"Es evidente que no todos van a coincidir en la totalidad de nuestro programa, de nuestra estrategia o de nuestra táctica. Pero sí coinciden en nuestro amor a España, en la defensa de la Constitución, del Estado de las Autonomías, de la libertad, de la igualdad entre ciudadanos y en la cohesión social", añadió.

El presidente del PP manifestó que "una mayoría de españoles coincide en que pronto se produzca un cambio político en España" y señaló que su proyecto representa esa alternativa de "centro, moderación, seriedad, sensatez y rigor" que anhelan muchos ciudadanos.

CASTIGO AL TRIPARTITO

Rajoy confió en que la nueva etapa que se va a abrir en Cataluña "no sea la de los líos y los debates identitarios" que se ha visto en los últimos siete años con el tripartito al frente de la Generalitat, ya que considera que "se tiene que acabar la etapa del ruido y tiene que llegar la sensatez".

Indicó que la coalición formada por PSC, ERC e ICV "ha sido desautorizada" por los catalanes en las urnas, como muestra el hecho de que los socialistas hayan conseguido "el peor resultado de su historia" con José Montilla a la cabeza.

Rajoy celebró el incremento de la participación porque demuestra que "no hay un descrédito general de la clase política, lo hay es un descrédito de los malos gobernantes y los ciudadanos saben distinguir cuando se convocan elecciones".

"Los ciudadanos castigan, y hacen muy bien, a los malos gobiernos y el tripartito no fue un buen gobierno para los intereses de Cataluña. En estas elecciones ha quedado patente el hartazgo de las políticas que ha llevado a cabo en los últimos años el señor Zapatero", añadió.

Rajoy acusó al PSC de haberse disfrazado de "nacionalista o pseudonacionalista" para conseguir más votos, aunque al final "las imposturas se pagan en la vida y también en política". Es una lección, según dijo, que el PP debería tener presente para el futuro.