Fuentes del Ejecutivo y del PSOE reconocen que “la única y gran preocupación” que tienen en este momento es la movilización, y de ahí la continua apelación a que “no está todo hecho” pese a que las encuestas den a los socialistas como ganadores.

De hecho, admiten el “aprendizaje” de las elecciones andaluzas, donde se hablaba tanto de una victoria segura de los socialistas que hizo, según su interpretación, que el electorado de izquierda se quedara en casa. “La gente no puede ver que todo está hecho”, indicaron.

En este sentido, también sostienen que la movilización es fundamental para que el Congreso que salga de las urnas tenga una “mayoría de izquierdas” y, en cierto modo, celebran que Podemos ya haya entrado en la campaña y esté animando a ese electoral de izquierda al que no llega el PSOE.

La apuesta del PSOE es por lograr una “base amplia” de respaldo en las urnas que les permita “elegir” en el futuro Congreso con quién sumarán para mantenerse en el Gobierno.

En una clara alusión a Ciudadanos, las fuentes consultadas indicaron que no se puede descartar ninguna combinación y que quienes han impuesto el ‘cordón sanitario’ tendrán que derribarlo, ya que si no serán será responsables de la situación.

De hecho, la ministra de Hacienda y cabeza de lista del PSOE por Sevilla, María Jesús Montero, al término del acto de presentación del lema electoral ‘Haz que pase’, confió en que “todo el mundo vaya a votar y no tengamos ningún problema con las abstenciones”, porque, a su juicio, se trata de un “momento importante” para España y “ningún ciudadano puede quedarse en casa”.