Así se expresó Galán en su discurso en la Junta General de Accionistas de Iberdrola, donde destacó también que “el cambio climático se ha consolidado como uno de los aspectos centrales en los debates de las diversas cumbres internacionales más relevantes”.

En esta línea, incidió en “la urgencia de actuar antes de que las consecuencias sean irreversibles”, ya que “los expertos subrayan de forma generalizada los riesgos que la contaminación del aire y el calentamiento global suponen para ecosistemas e infraestructuras, y su profundo impacto en aspectos de gran relevancia social como las migraciones y la salud de las personas”.

A este respecto, advirtió de que “ninguno de los agentes implicados en esta trascendental tarea puede restaurar el orden del sistema por sí solo”, porque “nos corresponde a cada uno de los actores, públicos y privados, trabajar de manera conjunta y armónica para convertir esta amenaza global en una oportunidad de mejora de la competitividad y de crecimiento” económico en beneficio de todos.

En cuanto al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima presentado recientemente por el Gobierno, valoró que “muestra una voluntad inequívoca de situarse a la cabeza en esta tarea” y añadió que se trata de “un plan ambicioso diseñado con rigor, pero realizable; que nos puede proporcionar una posición privilegiada en el proceso de transición energética, tanto por el aprovechamiento de nuestros recursos naturales como por el desarrollo de nuevas capacidades industriales y tecnológicas”.

Sobre el ejercicio 2018 en Iberdrola, celebró que “se trata de la primera vez en la historia centenaria de nuestra compañía que se superan los 3.000 millones de euros de beneficio, medio billón de las antiguas pesetas”, y que la retribución al accionista, junto con la evolución de la cotización de las acciones en el mercado, ha situado la rentabilidad total de la acción en el 14 por ciento, 25 puntos porcentuales superior a la registrada por los índices Ibex-35 y Eurostoxx 50.

De esta manera, destacó que desde su llegada a la compañía en 2001 “hemos superado los 50.000 millones de euros de capitalización bursátil, cuatro veces más que el valor de la compañía” hace 18 años, siendo la tercera empresa con mayor capitalización bursátil del Ibex-35, solo por detrás de Inditex y Banco Santander.

Galán se refirió también a los resultados de 2019, de los que explicó que la compañía prevé un crecimiento de entre el 5 y el 10 por ciento.

Por otro lado, valoró el impacto social de Iberdrola, que según señaló genera un impacto en el PIB mundial de más de 32.300 millones de euros anuales, cerca de 11.000 millones de ellos en España.

Asimismo, destacó que su contribución fiscal alcanzó los 7.939 millones de euros en 2018 (3.642 en España) y que sus compras en todo el grupo ascendieron a unos 8.000 millones de euros (cerca de 1.700 millones a proveedores españoles).

Por último, resaltó que Iberdrola genera hoy empleo para más de 425.000 personas en todo el mundo, de las que 81.500 están en España, y que a lo largo de los pasados 12 meses ha realizado 3.500 nuevas contrataciones y más de 1.400 incorporaciones de jóvenes en prácticas, lo que le ha llevado a contar con una plantilla total de 34.000 profesionales.