La conjuntivitis alérgica, además de las molestias respiratorias, como la congestión nasal, los estornudos, la tos y el picor en la nariz y la garganta, trae consigo molestos síntomas oculares, como picor y enrojecimiento, hinchazón de los párpados, lagrimeo y fotofobia.

Ante este problema, aunque muchos usuarios de lentes de contacto suelen sustituirlas por unas gafas, es posible utilizar lentillas siempre que estén adaptadas en función de las necesidades visuales y el estilo de vida del paciente.

Las personas que utilizan lentes de contacto deben retirarlas cuando los ojos estén muy irritados y no emplearlas más del tiempo recomendado, alternándolas con el uso de gafas. “Del mismo modo, hay que limpiarlas cuidadosamente cada vez que los ojos estén enrojecidos o llorosos, lavarse las manos con agua y jabón, y secarlas con una toalla que no suelte pelusas”, indica la organización.

Otros consejos de la entidad para prevenir las consecuencias de la alergia son: evitar zonas con elevada concentración de polen, como el campo; utilizar gafas de sol y evitar exponerse a agentes irritantes; mantener las superficies limpias para que no se acumule polvo; utilizar humidificadores y extremar la higiene diaria, lavarse las manos y evitar frotarse los ojos.