Durante su declaración ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes del independentismo por la convocatoria y la celebración del 1-O, el teniente de la Guardia Civil relató como “2.000 personas” rodearon el cuartel de Manresa.

Las “masa” que allí se congregó procedía de dos convocatorias, explicó, una de un Comité de Defensa de la República (CDR) y otra del Ayuntamiento de Manresa en protesta por las actuaciones de la Guardia Civil en relación al referéndum del 1-O. Según detalló, la protesta, que calificó de “performance”, se prolongó desde las 20 hasta las 22 horas. Durante ese tiempo “izaron una estelada” y colocaron urnas “simulando una votación”.

Relató que la situación entre las familias residentes en el cuartel era de “cierta intranquilidad”, pero rechazó afirmar que hubiese riesgo de un asalto al cuartel. “Cuando tienes 2.000 personas en una actitud supuestamente pacifica a veces falta que alguien encienda una pequeña mecha…, una manifestación es pacifica hasta que deja de serlo”. Durante el tiempo que duró la concentración el mensaje que el teniente transmitía a sus compañeros, expresó, era “calma, calma y ante todo calma”, así como “no protagonizar ningún tipo de incidentes. El mensaje era atender al circuito de seguridad”.

Asimismo, el testigo apuntó que en todo momento hubo mossos en las inmediaciones del cuartel, pero no intervinieron. Sobre esto, resaltó una conversación con los mossos en la que les comentaba que les habían colgada una estelada. “La puedes quitar cuando se vayan”, fue la respuesta. “A partir de ahí no sé yo si el servicio… pero no hubo perímetro de seguridad ninguno”. En este mismo sentido, se pronunció sobre la labor de las autoridades locales. “Al contrario”, respondió cuando le preguntaron si recibieron apoyo.

Además, el guardia civil consideró que “no fue un episodio aislado”, ya que desde el momento en el que empiezan los registros en diferentes puntos de Cataluña “explota esta situación hasta el día 3”. Como ejemplo, recordó una concentración de estudiantes frente al cuartel el día 28 de septiembre. Les insultaban y gritaban “no sois nada sin los mossos”. Solicitaron ayuda a los mossos para que ayudaran a mediar con los concentrados, ya que tenían que salir unos vehículos del cuartel para acudir a un registro, ante la falta de colaboración -relató que un mosso se limitó a contestar que “no sabía si había profesores”- se dirigió él mismo a los alumnos y de forma “muy respetuosa” les permitieron el paso.

Otras de las concentraciones que citó fue la del 3 de octubre, en la que, según detalló, había 15.000 personas, entre ellas “más de 40 bomberos y tractores”. En su opinión, “los bomberos llevaban ya unos días colaborando con aquella performance”.