Ante la insistencia de la Fiscalía, la mossa admitió que el número de teléfono desde el que se envió el mensaje es suyo pero reiteró: "No me suena el whatsapp, no lo recuerdo". Ese mensaje instaba a acudir a esos hoteles para “hacer lo mismo que en Calella”, donde hubo escraches continuados ante los hoteles donde se alojaban las Fuerzas de Seguridad del Estado.

"¿No sabe si lo ha mandado o no?", volvió a preguntarle el fiscal. Ante su insistencia y tono acusador de la pregunta, el presidente de la sala, Manuel Marchena, le acabó reconviniendo: "Señor fiscal, no haga que las preguntas tengan un contenido de imputación, parece que se le obliga a decir verdad por unos hechos que le podrían incriminar".