Así lo apunta el director general de Estabilidad Financiera del Banco de España, Jesús Saurina, en una presentación de su intervención en una mesa redonda sobre las lecciones extraídas de la crisis que estalló hace diez años y la normativa desplegada desde entonces para evitar sufrir los mismos problemas.

El nuevo organismo, bautizado como Autoridad Nacional de Estabilidad Financiera (Anesfi), estará integrada por representantes del Ministerio de Economía y Empresa y de los tres organismos supervisores.

Su presidencia recaerá en el titular de Economía, Nadia Calviño, a semejanza de autoridades gemelas en Europa como la alemana; aunque su Comité Técnico, más gestor, lo liderará la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, y en ambos organismos decisorios tendrán representación mayoritaria de los tres organismos supervisores.

Su misión, conforme señala Saurina, será el "monitoreo" regular y "evaluación" de los riesgos sistémicos, con vistas a emitir opiniones, advertencias e, incluso, recomendaciones a los organismos supervisores para que intervengan si se necesitan reconducir situaciones preocupantes.

El organismo estará obligado a presentar un informe anual sobre su trabajo y presentarlo en el Congreso de los Diputados, y el Ministerio de Economía efectuará una revisión del mecanismo cada tres años para detectar posibles mejoras, comenzando dicha primera auditoría en el año 2022.

Su puesta en marcha se efectúa a instancia de la Junta de Riesgo Sistémico creada en Europa, que en el año 2010 conminó a todos los países a crear una autoridad así tras constatarse que la vigilancia de los riesgos microeconómicos o sectoriales había sido insuficiente para advertir crisis y poner remedio a tiempo.

En España se ha arbitrado en dos fases: con la propia creación de la institución que prevé echar a andar en abril formalmente, y reforzando las competencias de los organismos supervisores ya que serán los que, en última instancia, tendrán capacidad para intervenir en el mercado e imponer obligaciones a las entidades financieras llegado el caso.

Así, entre otros poderes ha capacitado al Banco de España, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a la dirección general de Seguros y Planes de Pensiones para que puedan limitar el endeudamiento de las entidades que supervisan en exposiciones de riesgo (inversión, crédito, etc) o imponerles medidas como exigir huchas mayores de liquidez a las gestoras a fin de garantizar los reembolsos a sus clientes en caso de tensión de los mercados.