Según informa Podo, se trata de una tarifa plana mensual de luz para hogares, en la que el cliente paga un fijo al mes independiente de su consumo y no tiene regularización anual.

Con esta tarifa, Podo quiere impulsar su ritmo de crecimiento entrando en un segmento de producto (la tarifa plana) apenas explorado hasta ahora en el sector eléctrico.

La tarifa plana de Podo es individual para cada cliente y se determina en función de su histórico y estimaciones de consumo mediante su algoritmo de inteligencia artificial.

Sujeto a la evolución de la demanda, Podo estima que las primeras plantas fruto de sus acuerdos de compra de energía entrarán en funcionamiento en 2020.

Este lanzamiento busca ser un nuevo revulsivo para la estrategia de crecimiento de Podo, que en 2018 duplicó su volumen de clientes hasta superar los 30.000.