Moncloa justifica este acuerdo en la importancia de Brasil como potencia en América del Sur y el incremento permanente de las relaciones bilaterales en el ámbito económico y cultural que, a su juicio, debían extenderse al ámbito de la defensa. Según añade, permitirá la cooperación entre las Fuerzas Armadas e industrias de defensa de ambos países.

La cooperación, se constata, se regirá por los principios de igualdad, reciprocidad e interés mutuo, y promoverá especialmente la cooperación en las áreas de planeamiento, investigación y desarrollo, apoyo logístico y adquisición de productos y servicios de defensa.

Igualmente, promoverá la cooperación científica y tecnológica, la colaboración en asuntos relacionados con la adquisición y utilización de equipos y sistemas militares de origen nacional y extranjero, y la puesta en común de conocimientos y experiencia en el ámbito operativo y de participación en operaciones internacionales de mantenimiento de la paz.