Energía
Enagás confirma el crecimiento de un 5% del dividendo hasta 2020 y del 1% hasta 2023 tras entrar en la estadounidense TGE
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Enagás presentó este martes una actualización de su estrategia para el periodo 2019-2023 en la que confirma el objetivo de incrementar su dividendo más de un 5% hasta el año 2020 y de hacerlo un mínimo del 1% entre 2021 y 2023, algo que considera “viable incluso en un escenario estresado”.
Esta actualización, de la que ha informado Enagás a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), llega después de que la compañía anunciara un acuerdo con filiales de Blackstone y GIC (Fondo soberano de Singapur) para invertir 590 millones de dólares (unos 520 millones de euros) en una participación indirecta del 10,93% en la estadounidense Tallgrass Energy (TGE).
A este respecto, Enagás destaca que esta operación refuerza la generación de efectivo prevista en el periodo por lo que ayudará a cumplir el compromiso de remuneración al accionista.
Enagás prevé que en 2020 el dividendo será de 1,68 euros brutos por acción. El compromiso se sustenta en cuatro factores: la disciplina financiera de la compañía, una generación de flujo de caja sólido, los ingresos por su actividad internacional y la sostenibilidad financiera del Sistema gasista.
En cuanto a la deuda, Enagás pretende que tenga más de un 80% a tipo fijo, limitando el riesgo de tipos de interés.
Por otro lado, prevé estabilidad financiera del sistema gasista en España, en un entorno de demanda creciente, y fija la sostenibilidad como pilar estratégico de la compañía.
La estrategia fija tres áreas de crecimiento: impulso de nuevos negocios relacionados con los gases renovables, desarrollo de su core business en los mercados de mayor crecimiento e identificación de oportunidades complementarias.
En el primer foco estratégico, la promoción de nuevos negocios relacionados con los gases renovables, como el biometano y el hidrógeno, Enagás ya ha firmado 13 acuerdos con instituciones y empresas para impulsar proyectos industriales que contribuyan a la descarbonización de la cadena de valor del gas natural, en línea con los objetivos globales de la transición ecológica.
El biometano es una fuente de energía renovable, local y almacenable, con una tecnología ya disponible que permite reducir las emisiones en el corto plazo y que contribuye al desarrollo de la economía circular y a una mayor revalorización de los residuos. La inyección de biometano en la red gasista contribuye a reducir la huella de carbono y permite aprovechar las infraestructuras gasistas existentes.
Además, está impulsando el hidrógeno renovable como vector energético de futuro a largo plazo, porque puede ser la gran disrupción en el ámbito del almacenamiento energético de origen renovable.
En referencia al desarrollo de su core business en los mercados de mayor potencial de crecimiento de demanda, la compañía ha identificado como prioritarios Europa y los países americanos del ‘Eje del Pacífico’: México, Perú, Chile, Colombia y Estados Unidos.
Con la operación de TGE y al final del periodo 2019-2023, la contribución del resultado de las sociedades participadas al beneficio después de impuestos de Enagás estará en torno al 40%.
Otra área de crecimiento de la compañía es la identificación de oportunidades complementarias relacionadas con el negocio principal de Enagás, como son los relacionados con nuevas infraestructuras de GNL, la prestación de servicios y el apoyo a startups energéticas.
En el periodo 2017-2023, Enagás prevé que de media anual la demanda global de gas natural crecerá un 2% y la demanda de gas natural licuado (GNL) un 6%.
(SERVIMEDIA)
12 Mar 2019
JBM/caa