En un comunicado, los marianistas manifestaron haber llevado a cabo una investigación interna “en los ámbitos en los que este religioso desarrolló su actividad educativa” y que con los datos recabados no les consta “ninguna denuncia a los órganos de dirección de los colegios ni a los de la Provincia en esos años”.

“Sin embargo, ahora que hemos tenido posibilidad de hablar con las víctimas, hemos podido constatar la veracidad de sus testimonios”, sentencian los religiosos. Por ello, se abrirá ese proceso de expulsión, aunque matizaron que “se trata de un procedimiento reglamentado, con sus correspondientes plazos de ejecución, que pueden demorarse en el tiempo”. “En cualquier caso, y en atención a su avanzada edad y a sus actuales condiciones físicas y mentales, la Compañía de María garantizará que reciba los cuidados que su estado de salud requiere”, prosigue el comunicado.

Asimismo, los religiosos han abierto un correo electrónico para que las víctimas de abusos puedan contar con la compañía (‘sm@marianistas.org’) y se comprometen a “redoblar” esfuerzos para garantizar ambientes seguros para sus alumnos.