En declaraciones a Servimedia, el experto en Relaciones Internacionales y profesor de la UNED, Florentino Portero, afirmó hoy que es prematuro hablar de una posible retirada de las tropas de Afganistán en cinco años, ya que "es como hacer referencia a la eternidad".

A su juicio, es algo que afectará a la siguiente legislatura y pueden pasar muchísimas cosas en ese transcurso de tiempo.

No obstante, Portero señaló que el anuncio de Chachón responde a un acto de prudencia, puesto que "fijar fechas anteriores a cinco años sería sencillamente irreal". Aunque puntualizó que, a pesar de la prudencia, "es como no decir nada".

Por su parte, Antonio Alonso, profesor de Política Exterior de la Universidad San Pablo CEU, consideró que marcharse de Afganistán en un plazo de cinco años sería posible, pero no prudente.

Para Alonso, lo importante es que, una vez que los soldados han sido enviados a Afganistán, "incluso sabiendo que se ha metido la pata", se finalice totalmente la misión. Según dijo, si las tropas militares se retiran a destiempo, los talibanes ganarían la batalla.

"Enviar equipos de reconstrucción para luego dejar a los afganos al albur de lo que quieran hacer con ellos los talibanes sería imprudente e irresponsable", manifestó.

El experto en Afganistán y profesor de la Universidad Complutense, David García Cantalapiedra, apuntó que, aunque cinco años es un cifra lógica para una posible retirada de las tropas destacadas en Afganistán, la situación en el país es demasiado complicada como para poner fin al conflicto en ese lapso de tiempo.

Cantalapiedra, que visitó Afganistán el paso mes de marzo, añadió que, durante el tiempo que los soldados permanezcan desplegados en el país asiático, se requerirán más medios técnicos para garantizar la paz y la seguridad y que "todos los países aliados incrementen su presencia, incluso dispuestos a realizar operaciones de combate".

En este mismo sentido, Félix Arteaga, investigador pincipal de Seguridad y Defensa del Instituto Elcano, coincidió con García Cantalapiedra en afirmar que son necesarios más medios humanos y equipos técnicos para luchar contra la insurgencia y que la policía y el ejército afgano puedan hacerse con el control de la seguridad.

Asimismo, agregó que la posible retirada en el plazo de cinco años parte de un programa estratégico que antes se alaboraba a más largo plazo y que ahora "debe acelerarse", por lo que insistió en la necesidad de más medios humanos y técnicos.

LA FALTA DE TRADICIÓN DEMOCRÁTICA CONLLEVA EL FRAUDE ELECTORAL

En cuanto a un supuesto fraude electoral durante las elecciones del pasado mes en Afganistán, los expertos coinciden en asegurar que es algo que se esperaba. Según comentan, la falta de estructuración estatal y de tradición democrática hacen que los comicios no se hayan desarrollado de una manera tan limpia como en un país occidental.

Para Florentino Portero, la democracia es el resultado de muchos años de experimentación. A su juicio, Afganistán es un país muy atrasado, por lo que "es impensable que de pronto se comporte electoralmente como si fuera un país occidental".

Según Antonio Alonso, llevar la democracia a un lugar donde nunca ha existido "lleva tiempo y un esfuerzo continuado y perdurable•. "No se puede pretender llevar a las tribus de Afganistán, gobernadas por lo señores de la guerra, la democracia", dijo.

Por su parte, Félix Arteaga declaró que el fraude electoral era algo esperado. Según comentó, en un país corrupto y con falta de tradición democrática, el resultado no puede ser tan limpio como en un país occidental.

De esta forma, señaló que "hay que hacer una interpretación no demasiado occidental ni rigorista de las elecciones".

Por último, García Cantalapiedra insistió en la imposibilidad de obtener decisiones y resultados de tipo completamente democrático. A pesar del fraude electoral, adujo que no se pueden declarar ilegales las elecciones, "porque los talibanes conseguirían los objetivos que pretenden".

A su juicio, los talibanes están buscando deslegitimar al Gobierno, "por ello la Comunidad Internacional se encuentra en una situación muy difícil". "Si deslegitimas a Karzai, estás deslegitimando el sistema, que es lo que buscan los talibanes. Se trata de elegir la situación menos mala", concluyó.