Visiblemente emocionada, Pastor extendió un “sincero” agradecimientos a todos y cada uno de los miembros de la Mesa del Congreso, a los que citó, así como a los portavoces actuales y anteriores de esta legislatura, a los letrados y personal de la Cámara por su “eficaz labor” y a los 350 diputados que ocupan ahora un escaño, así como a los que “ya no ocupan escaño, a los que no pueden estar aquí y a Francisco Molinero –diputado del PP por Albacete que sufrió en noviembre un infarto- que estuvo a punto de perder la vida”.

En su breve discurso de despedida, en el que bromeó diciendo que no se había impuesto límite de tiempo, como si hace con los portavoces y resto de diputados, comentó que en el despacho de la Presidencia hay un cuadro de 1908 con una sesión del Congreso, del pintor Asterio Mañanós, en el que se refleja una sesión de la Cámara.

“Las únicas mujeres allí presentes ocupaban asientos, pero era en la tribuna de invitados. Hoy somos muchas las mujeres que nos sentamos afortunadamente en estos escaños, y personalmente me enorgullece ser una de ellas”, dijo, lo que despertó los aplausos de diputados de todos los grupos parlamentarios.

A lo largo de este tiempo, dijo la diputada del PP, “siempre he procurado ser la presidenta de todos”. Reconoció “momentos complicados” y que “todos” han hecho un “gran esfuerzo”, lo caula agradeció así como al trabajo realizado. También a los periodistas, fotógrafos, aunque algunos estén ahora “en la cafetería”.

Pastor, que en varios momentos fue interrumpida por aplausos de los diputados, reconoció que “hay cosas que podríamos haber hecho mejor” y pidió “disculpas por los errores”. La presidenta destacó que “el Parlamento ocupa una posición central en nuestro sistema democrático y su vitalidad ha de servir para impulsar una acción política orientada a dar respuesta a las necesidades de todos los ciudadanos. Porque nuestra principal misión no es otra que intentar mejorar la vida de los españoles”.

Aseveró que “la labor parlamentaria es fundamental para fortalecer la confianza de todos los españoles en sus instituciones; y ésta se afianzará aún más si nos esforzamos en mostrar el respeto que nos debemos unos a otros en cuanto representantes de todos los ciudadanos. Un respeto y afecto que hemos sabido mantener pese a la confrontación dialéctica propia del debate político”.

Pastor aprovechó para referirse a la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución Española y lo hizo con las palabras de uno de los padres constituyentes al rememorar el proceso de elaboración de la Carta Magna. “Pensando en aquellos días y en aquel trabajo de todos… con lo mejor que cada uno podía dar… se puede pensar, sin temor a equivocarnos, que valió la pena,” palabras que Pastor utilizó para cerrar su intervención reconociendo que “valió la pena por ustedes, por España y por los españoles”.

Tras estas sentidas palabras, y pronunciar el oficial “se levanta la sesión” que concluía el último Pleno, todos los diputados presentes aplaudieron durante casi un minuto. Pastor, agradeció las muestras de cariño llevándose la mano al corazón.