Esta es una de las principales novedades de la actualización del Plan Estratégico 2018-2022 de la energética que ha sido presentada hoy en Londres y publicada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Del total de la inversión en España, más del 50%, en concreto 4.200 millones, irán destinados a la implantación de renovables. Para ello, Iberdrola pide consolidar un marco normativo a largo plazo que aporte estabilidad.

Como consecuencia de la subida de la inversión en España, el total crece hasta 34.000 millones de euros, 2.000 millones más que en la previsión inicial.

Un 86% de estas inversiones mundiales se destinará a negocios regulados o con contratos a largo plazo. Así, la compañía invertirá 16.000 millones de euros en Redes y 13.300 millones de euros en Renovables.

Con ello, tiene previsto tener más de 10.000 nuevos megavatios ejecutados o en construcción a nivel mundial: de las instalaciones que el grupo tiene actualmente en desarrollo, cerca del 65% (6.606 megavatios) son renovables.

Al término de este plan en 2022, Iberdrola dispondrá de más de 9.000 millones de euros de capital en inversiones en curso, lo que garantiza el crecimiento a largo plazo.

PREVISIONES FINANCIERAS

En cuanto a las previsiones de resultados, los anteriores objetivos máximos de resultados a 2022 son ahora la parte baja del rango. En concreto, Iberdrola espera obtener un beneficio neto de entre 3.700 y 3.900 millones de euros en 2022 -hasta un 30% superior al de 2018- y un resultado bruto de explotación (Ebitda) superior a 12.000 millones de euros.

Asimismo, en cuanto al dividendo contempla que aumente en línea con los resultados, con mínimos anuales crecientes que llegarán a un suelo de 0,40 euros brutos por acción en 2022.

Por último, espera cerrar 2022 con un ratio de flujo de caja sobre deuda neta superior al 24%, lo que le permitirá analizar nuevos proyectos de eólica terrestre y marina, transporte y distribución.