Así lo reflejan los estados financieros auditados del BCE que han sido publicados este jueves. La subida del beneficio se explica principalmente por el aumento de ingresos netos por intereses en la cartera en dólares estadounidenses y en la cartera del programa de compras de activos (APP).

Los ingresos netos por intereses ascendieron a 2.277 millones de euros en 2018, un 25,7% más. Los procedentes de los activos de reserva en moneda extranjera ascendieron a 862 millones de euros, un 61,4% más.

Por su parte, los ingresos netos por intereses derivados del APP aumentaron en 245 millones de euros hasta situarse en 820 millones de euros, como resultado de las compras continuadas de valores en el marco de este programa y del mayor rendimiento de los valores adquiridos durante el año en comparación con los rendimientos históricos de la cartera.

En cambio, como resultado de las amortizaciones, los ingresos netos por intereses obtenidos en el marco del Programa para los Mercados de Valores (SMP), descendieron hasta el nivel de 384 millones, un 14,1%.

Las pérdidas realizadas procedentes de operaciones financieras fueron de 77 millones de euros, frente a los 161 millones de ganancias realizadas en 2017, debido a las pérdidas realizadas por precio en la cartera en dólares estadounidenses.

Las minusvalías se situaron en 69 millones de euros (105 millones en 2017), debido principalmente a un descenso del valor de mercado de diversos valores mantenidos en la cartera en dólares estadounidenses, así como al aumento de los rendimientos correspondientes.

Las tasas cobradas a las entidades supervisadas ascendieron a 518 millones de euros, un 18,5% más. Estas tasas tienen por objeto recuperar los gastos incurridos por el BCE en el ejercicio de sus funciones de supervisión. El incremento en 2018 está relacionado principalmente con el trabajo asociado a las evaluaciones globales y la prueba de resistencia de la ABE.

Los gastos de personal totales descendieron hasta la cifra de 515 millones de euros (535 millones en 2017) debido a un cargo no recurrente incluido en 2017 relacionado con prestaciones e indemnizaciones por cese para el personal del BCE.