González Pons calificó de "complicada" la situación de España en una rueda de prensa que ofreció en la sede del PP, por el paro y el descrédito, y atribuyó al Gobierno "tres gravísimos errores": no decir la verdad, no transmitir convicción en la aplicación de las medidas de ajuste y destinar los 300.000 millones que ha recibido en créditos España desde el inicio de la crisis a medidas paliativas, no a la economía real y a las reformas. "Hoy los inversores le están preguntando '¿Dónde está nuestro dinero'?", aseguró.

El dirigente popular defendió que el PP es y será responsable en la oposición, pero que el Gobierno, a su vez, "tiene que ser realista y no volver a engañar a los españoles" sobre la situación a la que se enfrentan. "Zapatero no puede perjudicar más a España con sus mentiras", sentenció, señalando que Grecia e Irlanda también mintieron en relación a su situación y ello no les ha salvado de tener que ser rescatadas por la UE.

Sobre la acusación concreta de falta de patriotismo, González Pons puntualizó que éste "empieza por decirle la verdad a los patriotas" y que "el menos patriota es el que ha convertido la mentira en forma de acción política". A su juicio, "mentir para no minar la confianza en España" es tratar a los españoles "como niños", y "mal protegen a España quienes mienten a España con el pretexto de salvarla".

Reivindicó que el PP mantiene una actitud "constructiva y propositiva", pero advirtió de que "el responsable de lo que ocurra, en las democracias, es el Gobierno; sólo en las dictaduras lo es la oposición". En esa línea, instó al presidente del Gobierno, a preguntarse si el problema es él. No obstante, garantizó que su partido se reunirá con el Ejecutivo si éste se lo pide, porque así lo ha hecho siempre, pero que tal llamada no se ha producido.

Respecto a la reunión que sí que tiene concertada el sábado Zapatero con 30 grandes empresas españolas en el Palacio de la Moncloa para movilizar su inversión, el dirigente popular dijo que al PP le gustaría que se reuniera también con los miles de pymes y autónomos que, a diferencia de los interlocutores del sábado, sí tienen problemas para acceder al crédito y "se están ahogando".