Las cifras las detalló hoy su presidente, Antonio Huertas, junto al director financiero del grupo Fernando Mata en la presentación de resultados correspondiente a 2018 y donde anunciaron que la compañía repartirá entre los accionistas 447 millones, al igual que en 2018, pese a reducir su beneficio por impactos extraordinarios.

La apuesta por la rentabilidad le llevó, por ejemplo, a reestructurar la filial de Asistencia o a salir de cinco estados en Estados Unidos, donde también vendió la filial de Vida.

Mapfre aún tiene presencia en otros 10-12 estados norteamericanos y Huertas dijo sentirse "cómodos" con el ajuste realizado, asegurando que el grupo está "en los países en los que queremos estar".

Algo también compatible, según apuntó, con la posibilidad de abandonar negocios, productos o ramos que se demuestren con dificultades para rodarlos con rentabilidad, sin excluir otros ajustes también en EEUU por el mismo motivo si llegase el caso. "Pequeñas reestructuraciones, de muy poco volumen, pero probablemente las hagamos", indicó.

La máxima está puesta en el accionista y esa idea troncal de priorizar la rentabilidad. "El compromiso que tenemos con los accionistas es clave", apuntó, antes de informar de que el Consejo de Administración ha propuesto el pago de un dividendo de 0,145 euros y tras señalar además el inversor logró una rentabilidad sobre cotización media del 5,5% el pasado año.

Dicho pago implicará distribuir un 84% del beneficio del ejercicio cuando su política de remuneración o pay out es del 50-65%, pero lo justifica en la excepcional evolución del resultado el pasado ejercicio.

La cuenta cayó un 24,5%, hasta 529 millones, tras destinar 173 millones de euros a sanear fondos de comercio en Estados Unidos, Italia e Indonesia de forma voluntaria y por política de prudencia. Sin dicho cargo, el beneficio subiría un 0,3%.

"Por supuesto que nos gustaría tener más resultados, pero estamos demostrando con la velocidad de crucero que tenemos que crecemos rentablemente", indicó Huertas, quien calificó de "bueno" el beneficio y puso el acento sobre la "sostenibilidad" en la recurrencia de la cuenta.

Según detalló el director financiero, los saneamientos de 173 millones apuntados se efectúan bajo la hipótesis de una menor progresión del resultado en los tres mercados ante incertidumbres como las existentes sobre la recesión en Italia, que está afectando a su deuda soberana, o la caída del dólar frente al euro y los mayores siniestros por nieves o tormentas que está sufriendo EEUU en los últimos años o en el caso de Indonesia por precaución ante las incertidumbres en Asia, al ser un mercado nuevo para Mapfre.

Si en 2017 las inclemencias históricas e inesperadas en EEUU castigaron los resultados, este año pesa dicha provisión, un impacto de 108 milllones en riesgos catastróficos, menores ingresos financieros con los tipos de interés hundidos al cero por ciento y la depreciación de las divisas.

Solo la caída de todas las divisas frente al euro drena 1.439 millones de euros en la partida de ingresos, que quedan en 26.590 millones a nivel consolidado al cierre de 2018.

Cierra así el plan estratégico sin alcanzar la cifra de 30.000 millones en ingresos fijada en la hoja de ruta estratégica, precisamente por esa orientación hacia un crecimiento rentable frente al volumen.

Huertas reivindicó, no obstante, que la cifra de facturación está muy lejos de los 17.700 millones que había contabilizado en primas durante el año 2008. "En diez años de crisis mundial hemos crecido muchísimo (..) y nos hemos convertido en una gran aseguradora internacional, no solo española, no solo latinoamericana", subrayó.