Según los datos publicados este lunes por Ryanair, sin incluir el coste extraordinario de la adquisición de Lauda, que asciende a 91,4 millones, el beneficio cae un 15,9% en este periodo.

Por su parte, en esos nueve meses la compañía presidida por Michael O’Leary obtuvo unos ingresos de 6.419,4 millones de euros, un 10,1% más que en el ejercicio anterior.

En el último trimestre de 2018, la compañía aérea que lidera el tráfico en España sufrió unas pérdidas de 66,1 millones, que sin contar Lauda se reducen hasta 19,6 millones, frente a unas ganancias de 105,6 millones el año anterior.

Entre octubre y diciembre, Ryanair registró unos ingresos de 1.581,4 millones, un 12,4% más que el año anterior.

En ese trimestre, Ryanair transportó a 32,7 millones de pasajeros, un 8% más. La ocupación de sus vuelos se mantuvo en el 96% y sus tarifas bajaron un 6%, por debajo de los 30 euros de media.

La compañía explica que los números rojos del último trimestre se explican por el aumento del coste del combustible, de los gastos de personal y de las indemnizaciones abonadas a los pasajeros por las cancelaciones.

A este respecto, O’Leary afirma que “aunque la pérdida de 20 millones de euros en el tercer trimestre fue decepcionante, nos sentimos cómodos de que esto se debió en su totalidad a las tarifas aéreas más bajas de lo esperado”.

Ryanair mantiene su previsión de cerrar el ejercicio fiscal 2019 (entre abril de 2018 y marzo de 2019) con un beneficio de entre 1.000 y 1.100 millones de euros y de alcanzar los 142 millones de pasajeros, un 9% más.