Así lo dijo la secretaria de Estado en la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social del Senado, a la que acudió para exponer las líneas principales del departamento de Empleo.

Valdeolivas defendió la subida del salario mínimo impulsada por el Gobierno y afirmó que “no hemos subido el SMI porque tengamos un pacto con Unidos Podemos del que nos sentimos francamente satisfechos”. Prosiguió asegurando que “compartidos Unidos Podemos y el PSOE y el Gobierno que el SMI era ya casi una exigencia en términos democráticos, de solidaridad, de cohesión social”.

Se remitió a las peticiones de la OCDE para decir que este organismo internacional reclama que el SMI en cada país se sitúe alrededor del 60% del salario medio y “estábamos teniendo salarios insultantemente elevados en algunas categorías profesionales y sectores, se había producido una generalizada devaluación salarial y eso había que ponerlo en orden; eso no lo soporta un sistema social”.

Subrayó que era el momento de subir el SMI y “hacer posible una mayor participación de los salarios de los trabajadores en el incremento de la productividad” y que “o estamos saliendo de la crisis, o estamos en ella”.

“El SMI debía subir y debía hacerlo probablemente en esta cuantía, que podía sonar muy elevada, porque durante años no se había tocado, haciendo que la desigualdad salarial tocara cotas insospechadas”, justificó Valdeolivas, quien destacó que “veníamos de una devaluación de salarios generalizada”.

Valdeolivas aseguró que “este Gobierno no ha venido a improvisar ni desmantelar” el sistema laboral, sino a “colaborar y tomar acción en un mercado de trabajo profundamente patológico, porque la crisis que nos ha afectado a todos ha dejado en el mercado de trabajo algunas heridas y algunas grietas que otros sistemas económicos no han dejado ni por aproximación; algo tienen que ver las políticas públicas que se han practicado a lo largo de estos años”.