Según datos del Banco de España, el mayor incremento correspondió al ahorro gestionado de particulares y familias, cuyo saldo aumentó cerca del 4,01% y se situó en 806.900 millones, frente a los 775.800 millones que tenían alojados en dichas imposiciones a finales de 2017.

En solo un año, el ahorro de los hogares en estos productos aumentó así en 31.100 millones de euros pese a su escasa o nula rentabilidad en el entorno actual de tipo de interés oficiales en el cero por ciento.

El patrimonio de las empresas en este tipo de producto engordó a su vez un 8.500 millones y ascendió a 249.400 millones. Dicho aumento de patrimonio implica un incremento interanual del 3,52% respecto a los 240.900 millones que tenían administrados el año anterior.

En total, los depósitos de los residentes en España superaron los 1,38 billones, aunque con un crecimiento mucho más modesto: del 0,56% frente a los 1,37 billones anotados a finales de 2017.

Por su parte, los no residentes tenían depósitos por importe de 35.100 millones de euros, por encima de los 33.200 millones del mes anterior. En el último año su saldo se dispara un 9,01%, ya que cerraron 2017 con 32.200 millones de euros en estos productos.

La cuantía total de residentes y no residentes avanzó un 0,75% y superó los 1,42 billones de euros.