En sus últimas previsiones económicas hechas públicas este viernes, Funcas afirma que se ha procedido a modificar las proyecciones de crecimiento para incorporar la información más reciente.

Así, la previsión de crecimiento de la economía española para 2010 se ha mejorado en dos décimas hasta el -0,2%, frente al -0,3% que plantea el Gobierno.

En cuanto a la previsión para 2011, Funcas indica que se ha revisado al alza en cuatro décimas, hasta el 0,8%, mientras que el Ejecutivo asegura que será del 1,3%.

"No obstante, existen importantes riesgos que pueden condicionar el cumplimiento de esta última previsión", sostienen las cajas.

El primer riesgo procede de la situación del sector financiero. En un contexto de continuación del deterioro de los resultados de las entidades financieras y de necesidad de aumentar las provisiones, "una posible retirada de las medidas extraordinarias de liquidez por parte del Banco Central Europeo (BCE) podría producir el efecto de restringir aún más el crédito".

El otro gran riesgo resulta de las tensiones que de forma periódica se producen en los mercados de deuda pública, y de que estas se desplacen en algún momento hacia la deuda española, "que, desde el verano, ha conseguido mantenerse fuera del epicentro de las turbulencias y solo ha sido tangencialmente afectada por las mismas".

Por otra parte, Funcas considera que el empeoramiento de los resultados económicos que ha tenido lugar en el tercer trimestre del año era previsto, "aunque se esperaba que este fuera algo más intenso de lo reflejado por esa tasa nula de crecimiento del PIB".

"Las cifras del tercer trimestre indican que la economía ha vuelto a la senda de la corrección de los desequilibrios que había abandonado en los dos primeros trimestres de este año", afirma Funcas.

En materia de empleo, Funcas afirma que la evolución se mantiene en un -2,3% y la correspondiente a 2011 se ha mejorado en consonancia con el mayor crecimiento

previsto del PIB, hasta un -0,4%.

Hasta la segunda mitad del año, precisan las cajas, "no cabe esperar crecimientos en el nivel de empleo, que además serán muy modestos" y sólo los servicios de mercado serán capaces de generar empleo en el conjunto del año.

De este modo, la tasa de paro prevista apenas varía: un 20% para 2010 y un 20,4% para 2011 (una décima menos de los previsto).