Así se desprende de un informe elaborado por el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) en el que se analiza la evolución de las cuentas municipales entre los años 2010 y 2018 para 21 ciudades españolas en base a cifras oficiales.

En 2018 el gasto en este apartado cayó un 0,83% respecto al año anterior hasta los 100,14 euros por habitante, según consta en el Ministerio de Hacienda, una cifra que le aleja mucho de la media nacional, que es de 244 euros por habitante.

Según el análisis realizado por OSUR, los principales gastos presupuestarios de Valladolid son actualmente bienestar comunitario (100,14 euros/habitante); seguridad y orden público (77,22 euros/habitante), transporte público (55,97 euros/habitante) y educación (32,90 euros/habitante en 2018).

En abastecimiento de agua, el gasto en toda la legislatura anterior fue de cero euros por habitante y, durante 2017, rozó los 7 euros/habitante después de la remunicipalización del servicio. “Veremos cómo evoluciona esa partida en los próximos años”, señaló el director general de OSUR, Ramiro Aurín.

Por otro lado, el gasto en medio ambiente ha seguido una tendencia bastante estable. Valladolid invierte más bien poco en comparación con el resto de ciudades y está muy por debajo de la media nacional o autonómica: 5,08 euros por vallisoletano frente a los 19,57 de la media estatal o 23,86 euros/habitante de media autonómica.

Por otro lado, el gasto en educación en la capital de Pisuerga es de 32,90 euros por habitante, una cifra inferior a la de 2010, cuando se invertía 35,86 euros por habitante y muy lejos de la media nacional, que es de 50,15 euros por habitante.

En lo único en que destaca Valladolid es en el gasto en promoción y fomento del deporte, con casi 39 euros por habitante en 2018, una cifra similar a la de hace ocho años, convirtiéndose en la ciudad que más gasta en este capítulo de todas las analizadas. De hecho, Valladolid gasta más en promoción del deporte que en educación.

Para Aurín, “el ‘Ayuntamiento del cambio’ en Valladolid no ha cambiado nada excepto la gestión del agua, que de momento ha pasado a costarle siete euros más por habitante que antes de la decisión forzada por Podemos-IU”.

“Por lo demás, se mantienen los déficits en bienestar comunitario, con el presupuesto más bajo de los estudiados, en educación, por debajo incluso de la legislatura precedente, o en medio ambiente, con un presupuesto exiguo para una ciudad con dos ríos”, remarcó el director general de OSUR.

21 MUNICIPIOS ESPAÑOLES

El Observatorio de los Servicios Urbanos (OSUR) ha analizado 21 partidas presupuestarias en ciudades españolas y sus diferentes gobiernos entre los años 2010-2018. De los datos se desprende que la irrupción de los partidos del cambio en los gobiernos municipales ha variado poco el gasto respecto a los partidos tradicionales.

Así por ejemplo, la inversión en educación es ligeramente superior en 2018 por parte de los gobiernos tradicionales, con 47,63 euros por habitante frente a los 46,18 euros de los nuevos actores.

En el apartado de bienestar comunitario, que engloba servicios como gestión de residuos, limpieza viaria, abastecimiento de agua, alcantarillado, servicios funerarios, alumbrado y la protección del medio ambiente, no hay diferencias remarcables entre ambos ayuntamientos.

Así, si durante la legislatura anterior los gobiernos tradicionales se situaban ligeramente por debajo en inversión 130,77 euros de media entre 2012 y 2014, actualmente estos invierten 153 euros/habitante de media anual frente a los 151,63 de los gobiernos municipales del cambio.

De este modo, Bilbao es la ciudad que más gastó en suministros básicos mientras que Valladolid se sitúa en el lado opuesto (245 euros frente a 100 euros por habitante). Además, Madrid es la que más invierte en vivienda pública, con 40 euros por habitante, el doble que Barcelona.