Según informó Agroseguro, una intensa helada en mayo y diferentes pedriscos registrados durante 2010 han sido las causas meteorológicas que, fundamentalmente, han provocado que la siniestralidad en la cosecha de uva de vino se haya incrementado de forma tan significativa.

Esta es la segunda campaña de uva de vino, en los últimos cinco años, en que una meteorología adversa genera una siniestralidad superior a los 30 millones de euros.

Hasta ahora, Agroseguro ha liquidado el 94% de los más de 14.200 siniestros declarados por los productores de uva de vino durante 2010.

De estos, el 43% corresponde a los fuertes daños ocasionados por la intensa helada registrada en la primera semana de mayo en La Rioja, Ribera del Duero (Burgos y Valladolid) y La Mancha, especialmente en la provincia de Ciudad Real, que provocó unos daños medios superiores al 55%.

El resto de la siniestralidad se reparte entre los siniestros de pedrisco registrados en las zonas productoras de Utiel-Requena, Jumilla y Ontur, entre otras.

En esta campaña también destacan los siniestros de mildiu que han provocado las lluvias persistentes de primavera, fundamentalmente en Valencia y La Mancha, y que han afectado a 12.690 hectáreas.