El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, presentaron hoy en Madrid los datos de siniestralidad vial del año pasado, cuando murieron 1.180 personas en las carreteras, 18 menos que en 2017 y la primera bajada tras dos años de ascenso.

"La aguja de la política de seguridad vial se paró hace seis años y los fallecidos no han dejado de oscilar en torno a los 1.800 fallecidos. Pequeñas variaciones del 2% no son significativas del cambio de tendencia", comentó Ledesma.

Los datos de accidentes mortales a un máximo de 24 horas de los siniestros indican que en 2013 murieron 1.134 personas, por 1.132 en 2014, 1.131 en 2015, 1.161 en 2016, 1.198 en 2017 y 1.180 en 2018.

Sin embargo, Ledesma comentó que "2019 puede ser el año del punto de inflexión y de comenzar un proceso de reducción de la accidentalidad" debido a la aprobación de límite de velocidad homogéneo a 90 km/h para coches, motos y autobuses en carreteras convencionales, algo que entrará en vigor el próximo 29 de enero. "Es la primera decisión estratégica de política pública que se toma en la última década. Si el Gobierno asegura su cumplimiento (con un sistema de fiscalización eficiente), tendrá resultados efectivos", aseguró.

Además, Ledesma destacó "la presencia de la seguridad vial en el debate público". "Se ha vuelto a poner el foco en los problemas reales de la política de seguridad vial. Y en seguridad vial el sólo hecho de ponerla en el debate público genera resultados. Así se ha apreciado en los últimos cinco meses (salvo en el mes de diciembre), donde los resultados muestran una tendencia al descenso", concluyó.