Se trata de una cifra sustancialmente superior que los 101 millones aportados en 2009, que calificó de "a todas luces insuficiente".

Así lo aseguró en su comparecencia en el pleno de la Cámara regional, en la que destacó que el Ejecutivo gallego atendió a 3.678 dependientes entre los meses de mayo y agosto (un 25% más que el bipartito, de los que 2.959 son grandes dependientes, avanzó).

Además, indicó que incrementaron un 10,7% el número de personas con plan individualizado de atención (PIA), además de reducir a la mitad el número de usuarios pendientes de valoración (de 3.703 a finales de abril a 1.644 según los datos a 31 de agosto).

La consejera de Trabajo defendió que a fecha de 31 de agosto, un total de 14.681 grandes dependientes tienen garantizada su prestación. Esta cifra, en su opinión, conlleva que "vamos a buen ritmo" y que "restan menos de 2.000 personas para cumplir el compromiso adquirido poer el Gobierno de atender a 16.565 grandes dependentes antes de finais de año".

Mato criticó el "ahogamiento financiero" al que, según señaló, somete el Estado a las autonomías, añadió que debería aportar el 50 por ciento de las facturas y lamentó que aporte el 20 por ciento.

"Las comunidades y los usuarios pagan juntos más del 80 por ciento de las facturas", acusó. En relación a las plazas, puso el ejemplo de que una plaza de residencia para una persona gran dependiente le cuesta a la Xunta 2.600 euros al mes, de los que el Estado sólo aportaría 263, un 10 por ciento.