Zoido (BME): el impuesto de las transacciones financieras es "contrario" al mercado único de la UE y "deslocalizará" firmas
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El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, lanzó hoy una severa crítica contra un impuesto de las transacciones financieras, que considera un error porque va en contra de la construcción de la Unión de Mercados e incentivará la fuga de firmas.
En el tradicional almuerzo navideño con medios de comunicación, Zoido advirtió de que este impuesto es "contrario" a postulados "esenciales para cimentar un desarrollo económico europeo integrado" y basado en diversificar las fuentes de financiación con su abaratamiento porque, al contrario de eso, lo fragmenta y encarece.
Durante su intervención glosó hasta seis efectos nocivos del tributo, con el que el Gobierno espera recaudar 1.200 millones de euros al año para, sobre todo, contribuir a financiar las pensiones, con un recargo a las operaciones sobre acciones en compañías con más de 1.000 millones de capitalización bursátil.
EFECTOS NEGATIVOS
"Incentiva la opacidad de los mercados", al favorecer económicamente las transacciones fuera de los mercados regulados, alertó, cuestionando además la efectividad de la recaudación al ser "enormemente compleja" dada la intrincada red de infraestructuras a nivel de los mercados. "Se acentúa con ello el riesgo de falta de equidad de trato a los potenciales contribuyentes", criticó.
Según sus estimaciones, aumentará además "desorbitadamente" los costes de transacción, en alusión a que una tasa del 0,2% como la anunciada supone multiplicar por 66 el coste por operación actual en el mercado español, con el riesgo añadido de "incentivar la deslocalización de intermediarios y operaciones".
En este punto detalló que la plena movilidad de capitales y empresas actual, hace que un tributo asociado a territorialidad de una nación "crea incentivos a esa deslocalización", máxime cuando casi el 50% de las acciones de empresas cotizadas españolas son propiedad de no residentes y el 84% de las transacciones son efectuadas por éstos.
En el mismo sentido, avisó de que "destruirá la calidad y liquidez alcanzada en el mercado tras años de esfuerzos", por el efecto del coste añadido sobre las estrechas horquillas de precios de oferta y demanda, e introducirá una nueva fragmentación del mercado.
"Únicamente un impuesto a nivel global, o al menos europeo, podría salvar estas distorsiones tan negativas", concluyó.
VULNERABILIDADES
Es el mayor riesgo que Zoido encuentra en un escenario que, no obstante, admitió que es "desafiante" porque permanecen vulnerabilidades del pasado, como la elevada deuda. Otros de esos riesgos son la concepción de la Unión Europea sin Reino Unido, la normalización de tipos de interés en Europa o la inestabilidad de los gobiernos para sacar adelante sus proyectos o legislaturas.
En este sentido, subrayó que las previsiones han ido además empeorando para el conjunto de las economías y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado sobre todo de la abultada deuda pública por el riesgo que supone cuando suban los tipos.
A escala mundial la deuda pública marcó récord en 150 billones de euros, un 60% por encima de 2007, y en España se mueve igualmente en máximos cuando además la economía también desacelera, indicó.
Sin embargo, Zoido subrayó que en 2018 se ha puesto fin a la década de la peor crisis financiera vivida desde el crash del 29, y confía en que se acelere la recuperación de la negociación y de los niveles de cotización en la bolsa. "Los resultados de las empresas son mayoritariamente positivos. El PER es bajo en términos comparativos internacionales", defendió.
Para fomentar su recurso y uso, relató que el grupo BME ha enriquecido su oferta, se ha incrementando el número de productos de inversión, ha invertido en tecnología y se ha adaptado toda la legislación europea.
(SERVIMEDIA)
20 Dic 2018
ECR/caa