11 AÑOS DE PRISION PARA UN JOVEN QUE MATO AL AMANTE DE SU MADRE OBSESIONADO POR LAS PINTADAS VEJATORIAS CONTRA ELLA EN EL PUEBLO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Audiencia Provincial de Cáceres ha condenado a 11 años de prisión a Juan Jorge Dosantos Sargento, un joven de la localidad cacereña de Cilleros qe en 1994, cuando tenía 17 años, mató al amante de su madre, un hombre casado, obsesionado por las pintadas vejatorias contra esa relación sentimental escritas en las señalas de tráfico y en los retretes públicos del pueblo.
El tribunal le consideró culpable de un delito de asesinato, al estimar que decidió de forma premeditada matar a tiros al amante de su madre para luego quemar su cuerpo dentro del coche del difunto.
El abogado defensor, Jesús Andrés de Jorge, que recurrirá el fallo, basó su dfensa en que su cliente, a sus 17 años, quería que su familia dejara de ser el centro de murmuraciones en Cilleros, ya que en diez señales de tráfico del pueblo y en los retretes de los bares había pintadas en las que se decía que su madre "se entendía" con otra persona.
Su amante, según reconoció ella misma, era Domingo M.A., era un hombre que vivía a pocos metros de ellos, con su mujer y sus tres hijos, y que se dedicaba a la venta ambulante de fruta.
Juan se enfrentó verbalmente con Domingo, pro las relaciones adúlteras continuaron y un día se enteró de que su madre y su amante solían verse cuando había mercadillo en la localidad cacereña de Hoyos.
El 8 de agosto de 1994, un día de mercadillo en ese pueblo, el joven fue al lugar de la cita con la escopeta de caza del padre, aunque aseguró durante el juicio que sólo quería "meterle miedo para que dejara a mi madre".
Cuando Domingo llegó con el coche, mientras permanecía en el asiento del conductor, Juan le encañonó y le ordenó que no vlviera a ver a su madre. El joven afirma que Domingo sonrió y movió la mano derecha a coger algo de la guantera. Pensó que era una pistola, ya que en el pueblo corría el rumor de que tenía una, y entonces disparó.
Posteriormente, el asesino condujo el cuerpo en el vehículo a un descampado que estaba a cuatro kilómetros, y allí prendió fuego al coche con Domingo dentro. En el interior del coche no se encontraron restos de ninguna pistola.
(SERVIMEDIA)
21 Ene 1996
C