Los datos muestran que los hogares más proclives a invertir en este tipo de activos se concentran, principalmente, en los tramos superiores de riqueza y renta y cuyos cabeza de familia tienen entre 55 y 64 años.

La inversión mediana en fondos de inversión alcanzaba ese años los 18.000 euros, mientras que en títulos cotizados tenían invertidos 6.000 euros.

También el 1,5% de los hogares invierte en renta fija. En concreto, la cantidad mediana invertida en renta fija por las familias alcanza los 24.000 euros.

En cuanto a otros productos de inversión, el porcentaje de hogares que contaba a 2005 con planes de pensiones asciende al 29,3%, mientras que en 2002 se encontraba en el 24,1%.

Por otra parte, el 92,3% de los hogares dispone de cuentas bancarias para realizar pagos, mientras que el 18,5% tiene otros tipos de cuentas bancarias de las que no puede disponer, como son las cuentas ahorro vivienda.