El Gobierno aprobó este viernes el Plan de Choque por el Empleo Joven 2019-2021 con el que busca reducir la tasa de paro juvenil de los menores de 25 años del 33% al 23,5%, incrementar la tasa de actividad de los jóvenes entre 20 y 29 años hasta el 73,5%, reducir en un 20% la actual brecha de género entre hombres y mujeres jóvenes e incrementar cada año un 15% el número de contrataciones indefinidas en este colectivo sumando en estos tres años 2,9 millones de contratos estables.

En el diagnóstico de la situación del empleo juvenil destaca que entre los parados mayores de 45 años poseen titulación universitaria media o superior el 6,53%, entre los extranjeros el 2,73% y en el colectivo de personas con discapacidad el 4,67%.

Con el plan se pretende establecer un marco laboral de calidad en el empleo y la dignidad en el trabajo y se prestará “especial atención a colectivos especialmente vulnerables”, entre los que cita los migrantes, parados de larga duración o personas con discapacidad.

En estos casos, considera que es preciso llevar a cabo estudios para conocer sus necesidades específicas y las estrategias y medidas laborales que pueden implementarse en su ayuda.

Para estos colectivos de personas vulnerables, Trabajo plantea oportunidades de empleo, “con especial consideración” a la situación de las personas con discapacidad, las que están en situación de exclusión social, las que tienen responsabilidades familiares no compartidas, las víctimas del terrorismo y las mujeres víctimas de violencia de género.

Así, una medida prevé establecer programas que contemplen tanto el apoyo al empleo protegido en el caso de las personas jóvenes en riesgo de exclusión en empresas de inserción, como su transición al empleo ordinario, así como medidas de apoyo a este colectivo de carácter integral, instrumentadas a través de los Servicios Públicos de Empleo con el apoyo de la Garantía Juvenil. Igualmente, en el caso de personas jóvenes con discapacidad se apoyará tanto el empleo protegido en los Centros Especiales de Empleo, como la transición al empleo ordinario.

Mientras, en el marco de los programas de retorno de talento y de apoyo a la movilidad, Trabajo recuerda que existen programas de ayudas económicas coordinados y financiados por la Comisión Europea y gestionados por distintos países europeos. El SEPE, a través de la red de movilidad europea Eures España, es socio de todos ellos.

Estos programas de ayudas a la movilidad laboral en distintos países europeos se concretan en ayudas económicas para la realización de entrevistas de trabajo, para la realización de cursos de idioma que mejoren la empleabilidad de los usuarios, para la incorporación en otro país al puesto de trabajo; así como ayudas para los gastos ocasionados para la tramitación de convalidaciones, homologaciones o reconocimientos entre titulaciones de distintos países y en algunos casos ayudas especiales para personas con discapacidad y ayudas para cubrir gastos del entorno familiar.

En materia de igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, el plan recoge las actuaciones en favor del empleo de los colectivos que “sufren doble dificultad” para acceder como las mujeres jóvenes con discapacidad y entre las que destaca el apoyo a ‘startup’ o proyectos de base tecnológica para mujeres jóvenes.