La información la comparte después de que la Seguridad Social haya decidido llevar a juicio a la compañía tras un acta de Inspección de Trabajo de Madrid que declaró que sus 500 repartidores eran falsos autónomos, y le exija algo más de 1,2 millones en materia de cotizaciones sociales.

Según detalló la empresa, el tribunal británico ha rechazado hoy revisar a petición del sindicato IWG un fallo suyo previo de agosto de 2018 donde ya se dictaminaban que los riders son trabajadores por cuenta propia.

El magistrado estima que dicha situación se encuentra amparada bajo la ley europea de Derechos Humanos y no hay "relación laboral" con Deliveroo.

Para la compañía, el fallo supone un precedente en el contexto de la legalidad europea, y ratifica decisiones previas similares en países como Francia y Países Bajos.

"Esta es una victoria para los riders que nos han pedido constantemente flexibilidad para elegir cuándo y dónde trabajan, que es la clave del trabajo por cuenta propia", argumentó Deliveroo.