Este proyecto afronta una nueva etapa marcada por el refuerzo de las actuaciones que fomentan la participación en la gestión de los espacios marinos protegidos de la Red Natura 2000, según informó este martes el departamento dirigido por Teresa Ribera.

Con objeto de conocer las actuaciones desarrolladas durante este segundo año y la planificación de los próximos meses, una delegación de la Comisión Europa se ha reunido con los coordinadores y socios del proyecto, que cuenta con la contribución financiera del Programa LIFE, así como de otras fuentes de financiación, como el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP).

En este segundo año se han puesto en marcha procesos participativos por todas las demarcaciones marinas para la elaboración de planes de gestión, así como de las estrategias de gobernanza y capacitación, que permitirán avanzar hacia modelos más integradores y consensuados en la gestión de los espacios marinos de la Red Natura 2000.

En concreto, se han dado los primeros pasos para la elaboración de los planes de gestión de 12 espacios de la red competencia de la Administración General del Estado frente a las costas levantinas, así como de las 39 Zonas de Especial Protección para la Aves (ZEPA) declaradas en el anterior proyecto (LIFE+ Indemares), y la actualización de los 24 planes de gestión de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) macaronésicas y el Área Marina Protegida de El Cachucho (Asturias).

También se han reforzado los mecanismos de cooperación conjunta de los espacios marinos de la Red Natura 2000 con todas las comunidades y ciudades autónomas litorales, así como con otras administraciones y ministerios, entre los que se encuentran los de Fomento, Interior, Defensa y Asuntos Exteriores y Cooperación.

En esta línea, se ha desarrollado un plan de formación para la Armada para mejorar el conocimiento necesario para la gestión de la Red Natura 2000 en el medio marino. Este programa formativo, que ha contado con 1.000 participantes, tendrá continuidad en 2019.

Por otro lado, se están financiando acciones complementarias a través del FEMP, el FSE y fondos propios de la Fundación Biodiversidad, entre otros. Un total de 94 de estos proyectos contribuyen a los objetivos del LIFE IP Intemares.

INVESTIGACIÓN Y CONSERVACIÓN

En este segundo año se ha avanzado en la declaración de nuevos espacios protegidos, lo que sitúa a España a la cabeza en conservación marina, que, gracias a la declaración del Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo, tiene protegidas un 12% de sus aguas marinas, lo que permite cumplir con el compromiso internacional de proteger al menos el 10% antes de 2020.

Asimismo, se han llevado a cabo las primeras campañas oceanográficas en Cabo Tiñoso (Murcia) y los fondos marinos del sur de Mallorca para su posible futura declaración, y se ha continuado investigando el Cañón de Avilés para conocer mejor los impactos de cara a la elaboración de su plan de gestión.

También se han dado los primeros pasos en la elaboración de los planes de conservación de la marsopa, así como de las pardelas chica y pichoneta. Además, se ha iniciado la actualización de la estrategia de conservación de la lapa ferrugínea.

Para garantizar la protección de las anidaciones de tortugas marinas en las playas y reforzar la coordinación entre todos los agentes implicados, se ultima un protocolo común de actuación de referencia a nivel nacional.

La Fundación Biodiversidad coordina el proyecto LIFE IPC Intemares con el fin de lograr una gestión eficaz de los espacios marinos de la Red Natura 2000 con la participación activa de los sectores implicados y la investigación como herramientas básicas para la toma de decisiones. Participan como socios la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar (del Ministerio para la Transición Ecológica), el Instituto Español de Oceanografía, la Confederación Española de Pesca, SEO/BirdLife y WWF España.