Clima
El cambio climático ha duplicado los años cálidos y secos desde 1931
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El calentamiento global ha duplicado las probabilidades de que una región determinada del planeta sufra un año cálido y seco desde 1931 hasta 2015, lo que puede reducir el rendimiento de los cultivos, desestabilizar los precios de los alimentos y sentar las bases para devastadores incendios forestales.
Así lo aseguran los investigadores Ali Sarhadi, Danielle Touma y Noah Diffenbaugh, de la Universidad Stanford (Estados Unidos), y María Concepción Ausín y Michael Wiper, de la Universidad Carlos III de Madrid, en un estudio publicado en la revista ‘Science Advances’.
También es cada vez más probable que las condiciones secas y severamente cálidas afecten a regiones agrícolas clave en el mismo año, lo que podría dificultar que los excedentes en una zona compensen los bajos rendimientos agrarios en otra.
"Cuando observamos en los datos históricos las regiones clave de cultivos y pastos, encontramos que antes del cambio climático antropogénico había muy pocas probabilidades de que cualquiera de las dos regiones experimentara esas condiciones realmente severas simultáneamente", apunta Diffenbaugh.
El estudio apunta a un futuro en el que múltiples regiones corren el riesgo de experimentar simultáneamente bajos rendimientos de cultivos, lo que se debe a que, si bien algunos cultivos pueden prosperar en una estación de crecimiento cálida, otros, especialmente los granos, crecen y maduran demasiado rápido cuando las temperaturas aumentan, los días secos consecutivos se acumulan y el calor persiste durante la noche. Y el calor seco tiende a producir cosechas más pequeñas de productos principales como el trigo, el arroz, el maíz y la soja.
Las implicaciones se extienden más allá de la agricultura. Esas mismas condiciones cálidas y secas también pueden exacerbar el riesgo de incendio, al secar la vegetación en verano y otoño y alimentar incendios forestales intensos y de rápida propagación como los que quemaron unas 97.000 hectáreas en California este mes de noviembre.
La tendencia básica del calentamiento global (1ºC desde finales del siglo XIX) brinda una lógica intuitiva a los hallazgos principales del estudio. "Si hace más calor en todas partes, entonces es más probable que haga calor en dos lugares a la vez y es probable que también sea más caliente cuando también esté seco en dos lugares a la vez", indica Diffenbaugh.
Sin embargo, a pesar de esa simple intuición, los cambios interdependientes y continuos en la precipitación y la temperatura en diferentes lugares a lo largo del tiempo presentan un desafío estadístico. Muchos análisis pasados han considerado los eventos cálidos y secos como fenómenos independientes o en diferentes regiones como independientes entre sí.
CHINA E INDIA
Ese enfoque puede subestimar el riesgo agregado debido al calentamiento global causado por el hombre, así como los beneficios sociales, ecológicos y económicos de reducir las emisiones. "Cuando estos extremos ocurren simultáneamente, exacerba los impactos adversos más allá de lo que cualquiera de ellos hubiera causado por separado", apunta Sarhadi.
Los investigadores utilizaron datos históricos del siglo pasado para cuantificar las probabilidades de que diferentes regiones experimenten condiciones cálidas y secas en el mismo año. La conclusión principal (con datos de 1931 a 2015) es que la probabilidad de un año cálido (en comparación con el periodo de referencia entre 1961 y 1990) de un área determinada ha aumentado desde un 50% a mediados del siglo pasado a un 80% en el siglo XXI.
El análisis muestra que antes de 1980 había menos de un 5% de probabilidades de que dos pares de regiones experimentaran temperaturas extremas en un año que también estuviera seco en ambas regiones. Sin embargo, en las últimas dos décadas, las probabilidades han aumentado hasta en un 20% para algunos pares de regiones.
Por ejemplo, las probabilidades de que China e India, dos de los mayores productores agrícolas del mundo y las dos naciones más pobladas, experimenten bajas precipitaciones y temperaturas extremadamente cálidas en el mismo año han pasado de menos del 5% antes de 1980 a más del 15% ahora. “Lo que solía ser un suceso raro ahora puede esperarse que ocurra con cierta regularidad y tenemos pruebas muy sólidas de que la causa es el calentamiento global", sentencia Diffenbaugh.
Además de sus análisis de datos históricos, los autores también analizaron proyecciones de modelos climáticos de posibles escenarios futuros de calentamiento global. Descubrieron que dentro de unas pocas décadas, si el mundo continúa con su trayectoria actual de emisiones, las probabilidades de que las temperaturas promedio aumenten más allá del rango que normalmente se experimenta a mediados del siglo XX podrían aumentar hasta un 75% en muchas regiones.
(SERVIMEDIA)
29 Nov 2018
MGR/caa