En declaraciones a Onda Cero recogidas por Servimedia apuntó que las autoridades les "han dejado tirados" y agregó que los migrantes rescatados se niegan a volver a Libia y que prefererirían "tirarse al agua" antes que regresar.

Durá, que explicó que familiares suyos ya participaron en algún rescate en 2007, dijo estar "preocupado" por la comida y por el combustible, pues en un barco previsto para 13 marineros viajan ahora 25 personas. "El cocinero está haciendo maravillas", y confesó que además le está metiendo "un poco de presión para que duren más los alimentos". "Me parece que si nos quedamos sin alimentos nadie nos va a asistir", admitió Durá. En cuanto al combustible, estimó que les queda para "cuatro o cinco días", y aventuró que si finalmente deciden ir a Santa Pola, "será la justicia quien decida qué pasará con nosotros".