Así lo confirmó el jefe de la diplomacia española durante su intervención en la Cámara de Comercio de España en un acto sobre el 'Brexit', en el que confirmó que rubricará estos textos una vez que el Foreign Office británico los ha firmado y antes de que acompañe al rey Felipe VI a la toma de posesión del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Estos memorándums de entendimiento son unos acuerdos políticos que versan sobre derechos de los trabajadores transfronterizos, medio ambiente y pesca, cooperación policial y aduanera, tabaco y fiscalidad. El referido a la fiscalidad no puede plasmarse en un acuerdo político al no tener cabida en el artículo 50 del Tratado de la UE, por lo que se tendrá que recurrir a un acuerdo internacional.

Con la rúbrica de estos acuerdos, según el ministro, la retirada del Reino Unido de la UE estará "culminada" en sus "aspectos administrativos", dejando claro que ello "resolverá algu nos problemas, no todos".

Llamó a no relajarse tras el acuerdo del 'Brexit', puesto que "ahora viene la parte más importante: cómo nos relacionamos en el futuro". Por ello, reivindicó el "éxito diplomático" de España en la fórmula encontrada para Gibraltar en el acuerdo sobre el ‘Brexit’que se plasma en la siguiente máxima: tras el ‘Brexit’, cualquier negociación que la UE entable con el Reino Unido sobre Gibraltar se ha de realizar de tal manera que España ha de “dar su acuerdo desde que empieza hasta que acaba”.

Destacó que esta máxima ha sido reconocida por los 27 y por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en sendas cartas remitidas al Gobierno español. "Esto no se había dicho nunca", dijo.

Observó que comprende al ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, cuando niega valor al acuerdo alcanzado pero le recomendó que estudie lo establecido en el artículo 31.2 b) de la Convención de Viena sobre Derechos de los Tratados de 1969 que establece que “para interpretar el texto de un tratado se acuda a todo instrumento aceptado por las partes referido a dicho tratado”.

Subrayó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exigió que la interpretación del artículo 184 quedase meridianamente clara y recogiera los intereses españoles antes de comprometerse a ratificar el acuerdo y la declaración política del 'Brexit', lo que ha permitido que España cuenta con una "posición sólida de cara a la futura negociación".

Recordó que cuando España se sumó a la Comunidad Económica Europea (CEE), actual UE, el Reino Unido impuso para permitirlo "condiciones muy duras" respecto al estatus sobre Gibraltar. "Ahora que se van conviene que lo recordemos", indicó.

Abundó en que la salida británica de la UE tendrá lugar tras un referéndum realizado con una información "no muy cierta" fundado en una "propaganda encaminada a engañar al pueblo", lo que le permitió exclamar "es increíble cómo se puede contar una milonga y que el pueblo se la crea".

Utilizó la dificultad de concretar el 'Brexit' para mostrar su incredulidad con el hecho de que "alguien haya podido creer que se puede separar de la noche a la mañana, por arte de magia, a Cataluña de España".

Tras esta disquisición, señaló que España es "la primera interesada" en que se produzca una "retirada ordenada", por lo que hizo votos para que la primera ministra británica, Theresa May, logre sacar adelante en Westminster la votación sobre los acuerdos del 'Brexit'.

Lamentó la decisión tomada por los británicos, por los vínculos económicos del Reino Unido y España, y porque el primero es una potencia nuclear, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, casi el único país europeo que alcanza el 2% del PIB en gasto en defensa y gran potencia financiera. "Perder un socio así, no es buena cosa", dijo.

Ante esta situación, afirmó que "no hay mal que por bien no venga" y abogó porque España conforme una suerte de "tridente europeo" con Francia y Alemania "para avanzar más en la integración europea", comprometiéndose a trabajar para concretar ese anhelo.