Esta es una de las conclusiones de la 8ª Oleada del Barómetro Imagen de España, que presentó este viernes en la sede del Real Instituto Elcano Carmen González Enríquez, investigadora principal y directora del Observatorio de Imagen de España de este organismo.

Este estudio se ha realizado entre personas comprendidas entre individuos de 18 a 70 años residentes en Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Polonia, Suecia, Portugal y Reino Unido. La muestra en Bélgica es mayor porque se analizaron los datos de Valonia y Flandes por separado.

La existencia del movimiento independentista catalán se considera un problema en todos los países, en la mayoría de ellos como un “problema grave”, especialmente en Polonia y Portugal. Por su parte, Italia, Holanda, Reino Unido y Suecia lo observan como “poco importante”.

En el caso de Bélgica, el problema se percibe como grave para la mayoría de la población valona (59%), mientras que la flamenca está más dividida y predominan los que creen que el problema no es importante (42%).

También se observa una fuerte división en cómo se imagina desde fuera de España la voluntad de los catalanes en la cuestión independentista. La mayoría de los encuestados se decantan por el “no sabe” sobre el particular, si bien la división se observa en el hecho de que existe una “fuerte mayoría” a favor de cualquiera de las dos respuestas que concitan más acuerdo: la de que los catalanes están divididos a partes iguales y la de que la mayoría de los catalanes quiere la independencia.

Al mismo tiempo, existe una casi unanimidad en el hecho de que los encuestados creen que el resto de españoles se oponen a la independencia de Cataluña, siendo los portugueses los que se decantan mayoritariamente por esta opción.

Por todo ello, el estudio concluye que el proceso independentista catalán no ha alterado la valoración que la gran mayoría de los entrevistados realizan de España en los países que han participado en la muestra. Sólo una minoría –de entre el 12% y el 24%- reconoce que su opinión ha cambiado, excepto en Reino Unido donde la mejora y el deterioro son similares, siendo Alemania el país donde más entrevistados confiesan que su opinión sobre España ha cambiado por esta cuestión.

A su vez, el 63% de los entrevistados creen que Cataluña seguirá siendo parte de España, siendo los portugueses, italianos, británicos y polacos quienes más se decantan por esta opción.

También son mayoría los europeos que creen que la conversión de las regiones europeas en Estados independientes es negativa, siendo los portugueses, italianos, polacos y alemanes los más contrarios a esa fragmentación.

Por otro lado, España obtiene una valoración de 7,1 –la misma que Alemania- en su valoración entre los encuestados, siendo el atractivo turístico, la calidad de la comida y la simpatía de sus ciudadanos los tres aspectos mejor valorados; y sus empresas, el atractivo para invertir y la situación de la vida política, aquellos peor reconocidos.

Por último, España no es percibida como un país para ir de compras de artículos de lujo, mientras que el impedimento de la inmigración irregular es percibido como el último de los objetivos de la política exterior española.