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Pastor expulsa a Rufián de la sesión plenaria del Congreso tras un rifirrafe con Borrell

Madrid
SERVIMEDIA

La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, expulsó este miércoles al diputado de ERC Gabriel Rufián de la sesión plenaria del Congreso de los Diputados tras un rifirrafe mantenido con el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell.

Rufián aprovechó su pregunta en la sesión de control al Gobierno para recordar que cada vez que algún diputado de Cs llamase "golpista" a los independentistas", él los llamararía "fascistas" y juzgó a Borrell como el "ministro más indigno de la historia de la democracia española, y los ha habido muy indignos".

Continuó su diatriba contra Borrell diciéndole que "no es un ministro, es un hooligan, un militante de Sociedad Cicil Catalana (SCC)", lo que debería ser "una vergüenza para su grupo parlamentario", puesto que SCC es una "organización de extrema derecha".

Agregó que le produce "vergüenza" observar cómo Borrell dice que "compite" con la Generalitat cuando maneja un presupuesto de 1.500 millones de euros y le juzgó indigno de compararse con Raül Romeva, exconsejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat y actualmente en prisión provisional. También le censuró que haya aprovechado mítines del PSC para "mofarse" del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, "mientras se pudría en una cárcel de Madrid". Por todo ello, le exigió su dimisión.

Borrell replicó a Rufián lamentando haber perdido la ocasión de "intercambiar argumentos sólidos sobre política exterior" y le recriminó que utilizara su intervenció para verter "serrín y estiércol" sobre el Congreso, "lo único que es usted capaz de producir".

EXPULSIÓN

Esta afirmación del ministro provocó que la bancada socialista y la del Gobierno se pusiera de pie y aplaudiera al unísono, lo que motivó que Rufián se levantara de su escaño y saludara con risas y comentarios esta ovación.

Tras varias llamadas al orden por parte de Pastor, Rufián fue expulsado de la sesión plenaria, acompañado por sus compañeros de bancada, que lo hicieron por solidaridad.

La expulsión de Rufián fue contestada por Borrell, quien comentó que en "el Hemiciclo se argumenta con la palabra" y tras sendos "eh,eh", denunció que "no es el lugar en el que se escupe a los diputados", insinuando que alguno de los diputados de ERC le lanzó un salivazo a su salida del Pleno.

Tras este momento de tensión, Pastor, visiblemente afectada, se dirigió a los diputados que permanecían en la Cámara, a quienes les dijo que el Congreso es la "casa de la palabra", no un lugar al que se va a "insultar".

Explicó que ordenaría que se retiraran los términos "fascista" y "golpista" del Diario de Sesiones, lo que le sirvió para recordar que los diputados deben ser ejemplo de conducta para aquellas generaciones que dentro de un siglo lean este documento.

ILSULTOS

Lamentó que "esta generación, que debería representar lo mejor de la democracia", demuestre en cada Pleno celebrado los miércoles que "no utiliza la palabra dada por los españoles" con respeto, ya que "hay insultos verbales, falta de respeto a la Presidencia, faltas de respeto impresentables".

Confesó que ha leído en algún medio de comunicación que se refieren a su persona con un "insulto machista", el de "institutriz", por su forma de gestionar los Plenos en la Cámara, tras lo cual agregó que "no hay honor mayor que presidir este Pleno, pero no voy a permitir que lo sucedido esta mañana vuelva a repetirse".

Estas palabras de Pastor provocaron una ovación casi unánime de todos los diputados presentes en el hemiciclo.

ESCUPITAJO

Posteriormente, Borrell, en declaraciones a los periodistas en el Congreso, precisó que en el momento en que una fila de diputados de ERC abandonaba el Pleno "uno de ellos se ha girado y me ha escupido". Ante la insistencia de los redactores para que identificara al autor del salivazo, objetó que "no voy a hacer la anatomía del escupitajo. Ciertamente, se giró y me escupió. Esas cosas no deberían pasar".

Consideró que Pastor "estuvo muy bien" y manifestó que "he sido presidente del Parlamento Europeo y allí no se tolerarían comportamientos como éste", lo que le permitó reiterar que la presidenta del Congreso "ha controlado la situación muy bien, haciendo y diciendo lo que había que hacer y decir".

Afirmó que los términos "fascista" y "golpista" no son propios de un debate, en el que es legítimo ser "crítico" con los "argumentos políticos", pero consideró que el "insulto permanente como único argumento debe ser desterrado de la Cámara", puesto que "los españoles nos pagan para que debatamos no para que convirtamos esto en un cenegal".

Por último, manifestó que el término "estiércol", empleado por él en su réplica a Rufián, fuese un insulto. "Es despectivo, pero no es un insulto personal".

(SERVIMEDIA)
21 Nov 2018
MST/MML/caa