Los dos miembros de la lucha antiterrorista hicieron esta afirmación en el juicio que la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra los líderes de Batasuna Arnaldo Otegi, Joseba Álvarez y Joseba Permach por el mitin celebrado por la formación ilegalizada en el Velódromo de Anoeta de San Sebastián el 14 de noviembre de 2004 y el que presuntamente enaltecieron a ETA.

“Es incuestionable que se trataba del líder, jaleado por las masas, y que soportó todo el peso del acto, el que manejaba toda la situación, independientemente de su discurso”, aseguraron sobre Otegi los agentes de la Benemérita, quienes añadieron que “la secuencia de los hechos estaba perfectamebnte hablada y pactada”.

Estos dos guardias civiles también confirmaron que en el mitin celebrado por la ilegalizada Batasuna se proyectaron imágenes de etarras y que al finalizar se repartieron entre los asistentes ejemplares del “zutabe”, el boletín interno de ETA.

Estos extremos también fueron confirmados por el ex comisario jefe de San Sebastián, quien explicó que los agentes que envió al mitin y que siguieron el acto desde el interior del velódromo fueron testigos directos de cómo se proyectaron en la pantalla videos de detenciones de miembros de ETA, comunicados de la banda terrorista e imágenes de varios etarras fallecidos.

Este mando de la Policía Nacional añadió que estas imágenes fueron recibidas con vivas a ETA y otras consignas a favor de la banda terrorista, unos gritos que se repitieron “durante varias partes del acto”.

El comisario también señaló que los agentes que estaban bajo sus órdenes “vieron físicamente” como al finalizar el acto “aparecieron de forma sorpresiva desde los vomitorios” unas personas a las que no se pudo identificar y que se dedicaron a repartir “zutabes”, el boletín interno de ETA, y “zuzen”, la publicación de difusión externa de la banda terrorista.

DESALOJO DE PERIODISTAS

En el mismo sentido se pronunciaron los dos agentes del Servicio de Información de la Dirección General de la Guardia Civil que investigaron los hechos y que estuvieron el interior del Velódromo durante el acto de la ilegalizada Batasuna. Estos guardias civiles señalaron que al finalizar el acto se desalojó a los periodistas, aunque se hizo “de forma totalmente pacífica”.

Acto seguido, vieron como unas personas comenzaron a repartir ejemplares del “zutabe” y del “zuzen”, aunque señalaron que no pudieron hacerse con ninguna de estas publicaciones porque en el Velódromo había “miles de personas” y no era “operativo”.

Todos los agentes que comparecieron en el juicio lo hicieron protegidos, declarando desde la biblioteca de la Audiencia Nacional a través de videoconferencia para ocultar su identidad.

ALQUILER DEL VELÓDROMO

En la vista oral también declaró Jesús Barreiro, director del Patronato Municipal de Deportes de San Sebastián y responsable del alquiler del velódromo de Anoeta a Batasuna, quien señaló que ni Permach ni Otegi participaron en las gestiones para realizar la reserva del recinto.

El testigo explicó que fue el ex concejal de Batasuna en San Sebastián Iñigo Balda quien se puso en contacto con él para solicitar la reserva del velódromo y añadió que más tarde se puso en contacto con Álvarez porque era la persona que aparecía como solicitante.

En este sentido, explicó que se firmó un “contrato tipo” en el que Álvarez figuraba como promotor y en el que se hizo constar que el objetivo era celebrar “un acto político”.

Este punto fue ratificado por los agentes de la Ertzaintza, quienes explicaron que durante la investigación recabaron los correos electrónicos que se remitieron al Patronato Municipal de Deportes de San Sebastián para alquilar el velódromo. Estos correos iban firmados por Iñigo Balda pero en ellos “se dejaba claro que la solicitud se hacía en nombre de Joseba Álvarez”.

En el juicio también compareció el propio Iñigo Balda, quien aseguró que ni Otegi ni Permach participaron en las gestiones para la contratación del recinto.

PERIODISTAS TESTIGOS

Ninguno de los periodistas que asistieron al mitin de Anoeta y que comparecieron hoy como testigos recuerdan con precisión los detalles del acto. La más explicita fue Ángeles Escriva, del diario “El Mundo”, quien dijo que escuchó gritos a favor de ETA durante el mitin, en concreto cuando fueron proyectados videos con imágenes de etarras fallecidos.

Este extremo no pudo ser confirmado por los otros dos periodistas que comparecieron como testigos, Olatz Barriuso, del diario “El Correo”, y Marcos Iriarte, de “El Mundo”, quienes señalaron que no recuerdan si se produjeron gritos de “gora ETA”.

Barriuso se remitió a la crónica que escribió en aquel momento mientras que Iriarte dijo que se fue antes de que finalizase el acto porque tenía que volver a Bilbao a escribir su artículo.

Ninguno de estos tres profesionales de los medios de comunicación pudo determinar si realmente se les expulsó del acto al finalizar las intervenciones, tal y como asegura tanto la Fiscalía como el Foro de Ermua, quienes defienden que entonces se repartieron entre los asistentes ejemplares del “Zutabe”, el boletín interno de la banda terrorista.

El abogado del Foro de Ermua, anunció su renuncia a los otros dos periodistas –Jorge Sáinz, del diario “Deia”, y Genoveva Gastaminza, de “El País”- que había citado a declarar como testigos.

La vista oral se retomará mañana, viernes, a partir de las 10.00 horas, con la declaración de más testigos, entre ellos el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, quien testificará a petición de la defensa de los acusados. También comparecerán mañana varios peritos.

Los tres acusados se enfrentan a una petición de año y medio de prisión por parte de la fiscal de la Audiencia Nacional Teresa Sandoval, quien les atribuye un delito de enaltecimiento del terrorismo. El Foro de Ermua, personado como acusación popular, solicita cinco años de cárcel para cada uno de ellos.