Según informó la inmobiliaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos totales ascendieron a 70,1 millones, con una disminución interanual del 6,8%.

La evolución es producto de crecer un 3,2% en el área patrimonial y contabilizar un descenso del 42,6% en el área de promociones por el menor valor unitario de las unidades entregadas en 2018, un retraso en la entrega de producto terminado que se encontraba reservado y por la anulación de ventas de solares por importe de 1 millón de euros efectuadas por la Junta de Compensación de Valdebebas.

El resultado operativo o Ebitda se situó en 33,3 millones, con un incremento del 1,2% gracias a la mejora de márgenes en el área de patrimonio y a la disminución de costes operativos. El beneficio bruto, antes de impuestos, subió a 45,4 millones frente a 44,9 en el periodo comparable.

El grupo bajó la deuda financiera bruta desde 762,9 millones a 727,4 millones de euros, tras haber amortizado 13,6 millones en abril y refinanciado en junio la financiación de Realia Business por valor de 120 millones.

La deuda financiera neta se redujo por su parte un 5,4% interanual, hasta 672,7 millones de euros, cuantía que implica además una disminución del 0,8% frente al cierre de 2017.

Según explicó Realia, el grupo bajó dicha partida gracias al cash flow generado y la caja disponible, partidas que le permitieron además invertir 27,5 millones en la compra de un suelo en Alcalá de Henares (Madrid).

Por otra parte, los ingresos por rentas de los inmuebles patrimoniales alcanzaron los 45,8 millones (un 65,3% de los ingresos totales), tras crecer un 2,2% interanual. Sus inmuebles bajo explotación se encuentran ocupados al 93,2% de su superficie.

A finales de septiembre, el grupo contaba con un 'stock' de 465 inmuebles o unidades (viviendas, locales y oficinas) terminadas o en curso y pendientes de entrega, de los que 29 se entraban reservados o vendidos. Su cartera de suelo suma algo más de 5,74 millones de metros cuadrados.