Según informó hoy la Guardia Civil, los detenidos, de nacionalidad portuguesa, captaban a las víctimas en Portugal en entornos sociales vulnerables, ofreciéndoles unas condiciones de trabajo aparentemente atractivas. Posteriormente las trasladaban hasta Navarra y La Rioja para realizar labores agrícolas en las diferentes campañas en unas condiciones precarias y vulnerando sus derechos laborales.

En total, los agentes han procedido a la identificación de 30 víctimas de origen portugués, una de ellas una menor de 16 años, que vivían en condiciones precarias, varias sin estar dadas de alta en la Seguridad Social. Además, una de las víctimas, que llevaba en España 10 años, fue 'vendida' por una cantidad de dinero a uno de los detenidos.

Esta operación, denominada 'Taranis', ha sido realizada por la Guardia Civil junto con la Policía Judicial y el Servicio de Extranjería y Fronteras de Portugal. La operación sigue abierta y los agentes están investigando a una persona de nacionalidad española también presuntamente implicada en la red de explotación desarticulada.