De esta manera, en una comparecencia en la Comisión para la Transición Ecológica, Sanz se posicionó con las compañías eléctricas, que han mostrado su preocupación ante el acuerdo presupuestario del Gobierno y Podemos, que contempla reducir la retribución de energías ya amortizadas.

Sanz, quien aclaró que su opinión sobre esta materia es personal y no representativa del grupo de expertos, defendió que el sistema “necesariamente ha de ser marginalista, ya que, según recordó, solo cubre los costes variables de las energías.

Además, señaló que el precio de la electricidad ha de dar “una señal de escasez”, ya que advirtió de que si, por ejemplo, la energía hidráulica fuera gratis se dispararía el consumo y se pondría en riesgo el suministro.

Asimismo, sostuvo que no tiene nada que ver que algunas centrales ya estén o no amortizadas, que es un tema contable, con si han recuperado o no las inversiones.

En todo caso, apuntó que “incluso si las han recuperado” se debe tener en cuenta el conjunto de centrales con que cuenta la compañía, así como sus resultados financieros.

A este respecto, indicó que en la cotización en Bolsa de las empresas eléctricas “no veo nada ni un comportamiento muy diferente al de los bancos, que no han vivido precisamente una década dorada en los últimos años”.

En esta línea, concluyó que discriminar entre centrales será como decir que “lo bueno te lo gravo y lo malo para ti”.