Calidad del aire

El ‘ozono malo’ se dispara en Asia mientras cae en Europa y América del Norte

- Según la Organización Meteorológica Mundial

MADRID
SERVIMEDIA

Las concentraciones medias y máximas en superficie de ozono troposférico (O3), también denominado ‘ozono malo’ en contraste con el que se sitúa en las capas altas de la atmósfera y protege de las radiaciones ultravioleta, se han estabilizado e incluso han comenzado a caer en Europa y América del Norte gracias a regulaciones sobre la calidad del aire y medidas contra la contaminación, pero se han disparado en el este de Asia.

Así se recoge en el último ‘Boletín sobre los gases reactivos’, que publica anualmente la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y que esta agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua hizo público este viernes.

La OMM indica que las concentraciones de O3 han caído o se han estabilizado desde el año 2000 después de aumentar a lo largo del siglo XX en Europa y América del Norte. En contraste, las pocas estaciones de recogida de datos en el este de Asia indican que en esa zona del planeta se ha producido un incremento continuo de los niveles de ozono.

El ozono troposférico es un contaminante secundario que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la baja atmósfera al combinarse la radiación solar con otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el tráfico rodado, las grandes centrales termoeléctricas y determinadas actividades industriales.

El O3 afecta especialmente a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la contaminación urbana, ya que este contaminante se desplaza con facilidad. Por inhalación, puede provocar un incremento de los riesgos de enfermedades respiratorias agudas y la reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares.

Además, perjudica a los cultivos y los ecosistemas y también es un gas de efecto invernadero. Debido al transporte atmosférico a larga distancia, algunos lugares en superficie de la costa oeste de América del Norte muestran un aumento continuo de O3 al recibirlo desde el este de Asia.

“La capa de ozono estratosférico nos protege al absorber la radiación ultravioleta dañina del sol. Sin embargo, en la troposfera de bajo nivel el ozono es perjudicial para los sistemas respiratorios y cardiovasculares humanos y contribuye a la muerte prematura de cientos de miles de personas cada año", dijo Martin Schultz, del Centro de Investigación Jülich (Alemania) y que hasta hace poco presidía el Grupo Asesor Científico de Gases Reactivos de la OMM.

CONTAMINANTE VERANIEGO

El boletín de la OMM hace hincapié en que son necesarias más observaciones en superficie más generalizadas y sistemáticas del ozono troposférico porque actualmente son escasas o inexistentes en muchas partes del mundo, así como un mayor análisis de los precursores del ozono en las ciudades para investigar episodios de niveles altos de O3 y verificar el cumplimiento de las regulaciones de calidad del aire.

Esta agencia de la ONU precisa que incluso en lugares que tienen una clara tendencia a la baja en las concentraciones de ozono se han producido altos niveles de ozono recientemente. Así, en Europa hubo episodios extremos de ozono en 2003 y 2006 debido a las olas de calor de esos años, que provocaron un aumento de la mortalidad por estrés al calor y contaminación por ozono.

"El cambio climático está provocando olas de calor más frecuentes e intensas y esto puede tener un impacto en la exposición a altas concentraciones de ozono que son perjudiciales para la salud humana y vegetal", apuntó Oksana Tarasova, jefa de la División de Investigación del Ambiente Atmosférico de la OMM.

En las regiones de latitudes medias y altas, el verano se considera la temporada del ozono porque las temperaturas cálidas, la luz solar abundante, los días largos y la presencia de precursores del ozono, como los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), favorecen la formación de ozono. La concentración de O3 es generalmente mayor en el hemisferio norte que en el hemisferio sur y aumenta con la altitud.

La contaminación por ozono afecta a la agricultura. En la actualidad, se pierden anualmente 85 millones de toneladas de grano de trigo en todo el mundo debido a la exposición al ozono y el daño a este gas de efecto invernadero causa pérdidas económicas de entre 8.800 y 17.600 millones de euros anuales debido a sus efectos en cultivos de alimentos básicos como el trigo, la soja y el maíz, según el boletín de la OMM.

(SERVIMEDIA)
26 Oct 2018
MGR/caa