Así se pronunció Carcedo en el transcurso de la clausura de la III Jornada de Buenas Prácticas en el Sistema Nacional de Salud, que reunió a responsables de las buenas prácticas distinguidas con el sello del Consejo Interterritorial de entre un total de 117 candidaturas recibidas.

“Reúne aportaciones para avanzar, mejorar y plantear nuevos retos al Sistema Nacional de Salud”, subrayó Carcedo en relación a las propuestas distinguidas, que son desarrolladas en Comunidad Valenciana, Madrid, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cataluña, Andalucía, Canarias, Galicia, Asturias, Castilla y León, Extremadura y Murcia.

A su juicio, el impulso, reconocimiento y transferencia de buenas prácticas en el sector público es una estrategia “de enorme utilidad para la mejora continua de los servicios”. “Lo es, en general, para construir sociedad y, sin la aportación de quienes están detrás de estas buenas prácticas, no sería posible”, agregó.

PRIORIDAD

Tras defender que una sociedad avanzada no se mide solo por sus indicadores económicos sino, “de manera más fiable”, por la calidad de sus servicios públicos, Carcedo puso de manifiesto cómo, desde el inicio de la legislatura, ésta es una "prioridad para el Gobierno de España en la convicción de que conservar y mejorar lo público redunda en el bienestar de la mayoría de la ciudadanía”.

“Hablar de bienestar es hablar de salud y de sanidad pública entendida como garantía de derechos e instrumento de cohesión social”, insistió.

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social concedió “enorme importancia” a las III Jornadas de Buenas Prácticas en el Sistema Nacional de Salud y recordó que la cohesión y calidad, principios rectores de la Ley 16/2003 que establecía la creación de un registro de buenas prácticas, son también ejes de su gestión.

La identificación y difusión de prácticas innovadoras que refuercen la calidad del sistema sanitario público “implican un avance en el camino hacia la excelencia”, a juicio de Carcedo, para quien dicho camino no es transitable sin el trabajo, esfuerzo y compromiso diario de los profesionales del sector.

Según informó el Ministerio en una nota de prensa, la metodología común de buenas prácticas comenzó a gestarse en la Comisión contra la Violencia de Género y fue aprobada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en marzo de 2013. Desde entonces se han realizado cinco convocatorias periódicas de recogida de buenas prácticas.

Además de la violencia de género, han abarcado 11 estrategias de salud pública, como enfermedades raras, cuidados paliativos, cáncer, diabetes, atención al parto o cardiopatía isquémica, entre otras.

En total, 265 buenas prácticas que conforman un catálogo común de “experiencias exitosas, transferibles y replicables”, según la ministra, para quien, “sin duda, han supuesto la posibilidad de contar con una comunidad de aprendizaje y conocimiento compartido”.

Esta metodología es un modelo de referencia en el marco de la Comisión Europea y cuenta con tres grandes valores del buen gobierno: transparencia, participación y colaboración de todos los agentes implicados en cada estrategia.