Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, durante su comparecencia en la Comisión Mixta para la UE en el Congreso de los Diputados, en respuesta a la senadora de ERC Laura Castel, que le reprochó la actitud del Gobierno frente al desafío independentista, que hablara en su momento de "desinfectar Cataluña", le echó en cara la existencia de "presos políticos", por mucho que el ministro manifestara en una entrevista en la BBC que prefería que los líderes independentistas encarcelados deberían estar en "libertad condicional".

El ministro ironizó con las condiciones que ponen los independentistas para apoyar los PGE a cambio de que el Gobierno tenga "gestos" con los políticos independentistas encarcelados. "Cuánto se juegan de que a pesar de las bravatas, al final los apoyan", dijo, "no porque tengamos un pacto secreto con ellos, sino por su propio interés".

Borrell tuvo un agria polémica con Castel, a quien reprochó que abandonara la Comisión antes de ser respondida. "Casi mejor que se vaya", dijo. No obstante, dejó claro que "lo que había dicho no quedará sin respuesta".

Retó a la senadora de ERC a que presentara un texto, un corte de audio o una imagen en la que se le apreciara diciendo tales afirmaciones, mostrándose convencido de que no sería capaz de encontrarlas.

El ministro afirmó que nunca había afirmado que había que desinfectar a Cataluña, sino que la sociedad catalana "estaba herida" y que esas heridas debían ser curadas, pero antes de ser curadas, habría que desinfectarlas. "Había que desinfectar las heridas, no a Cataluña". No obstante, acusó a los independentistas de mentir al más puro estilo Goebbles y auguró que a pesar de sus esfuerzos por explicarse, los independentistas seguían retorciendo sus expresiones.

En la polémica terció la diputada del PP María de la Concepción de Santa Ana, quien dijo que en España "no hay presos políticos" y exigió al Gobierno que sea más contundente en su respuesta a las acusaciones del presidente del Parlamento flamenco, Jan Puemans, contra España.