“Justificar en causas productivas el cierre de instalaciones en nuestro país no se ajusta a la realidad de las factorías”, denuncia UGT en una nota de prensa. A este respecto, defiende que esta fue también la justificación del anterior ERE que presentó la compañía y que ella misma, tácitamente, reconoció como inexistente, cuando optó por la retirada del expediente presentado a finales del año 2014.

“Hemos manifestado en diversas ocasiones la inconsistencia del mercado energético español y que debía producirse un cambio de modelo, pero esta inconsistencia no valida la presentación de un ERE en estos momentos”, añade el sindicato.

En esta línea, recuerda que, por un lado, se mantiene para el año 2019 el sistema de la asignación de interrumpibilidad, tal y como viene llevándose a cabo desde el año 2012, y, por otro lado, los Presupuestos Generales del Estado garantizan la perfección de la compensación por reducción de CO2, pendiente solamente de realizar la asignación.

Por todo ello, exige la retirada del ERE y advierte de que, si se lleva a cabo, “nuestro país perdería la producción de aluminio fundido y dependeríamos de terceros países para este sector fundamental para la economía española”.