El juez le atribuye un delito de integración en organización terrorista. Apeztegia estaba en libertad desde mayo de 2013. Había sido condenado a 71 años de cárcel, pero tras cumplir 21 años de prisión por formar parte de un comando de ETA dedicado a la extorsión de empresarios en Guipúzcoa fue excarcelado.

El etarra fue detenido el martes por orden del juez, que le acusa de un presunto delito de pertenencia a organización terrorista con el agravante de reincidencia. El arresto se fundamenta en los datos obtenidos por la policía francesa tras la incautación de archivos de ETA, que fueron entregados a las autoridades españolas el pasado mes de febrero.

Apeztegia fue detenido por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil en Hernani (Guipúzcoa) dentro de la 'operación Lenteak' y este miércoles pasó a disposición judicial. Según uno de los documentos enviados por Francia y fechado en 2002, el etarra había enviado datos sobre funcionarios de prisiones a la banda para cometer atentados, cuando aún estaba en la cárcel cumpliendo condena.

Las autoridades galas se incautaron de una carta del arrestado de julio de 2002 en la que informaba a sus compañeros del nombramiento de un nuevo director en la cárcel de Málaga, en la que él estaba interno, del que dice que “se trata del antiguo directos de la cárcel de Tenerife”.

Asegura que “últimamente se han producido palizas a compañeros de varias cárceles, así que hay que enviar un mensaje claro a los carceleros, para hacerles entender que no vamos a aceptar ente tipo de cosas.`Cada vez que peguéis una paliza a uno de nuestros compañeros, pegaremos contra vosotros´, o algo así".

Y continúa: “Son del sindicato de carceleros fascistas Acaip y probablemente sería un mensaje claro poner un coche bomba en la sede de dicho sindicato en Madrid, al menos si siguen mostrando ese comportamiento para con los presos políticos vascos. Por otro lado, una acción de ese tipo tendría una eco considerable y sería ideal para meter el miedo en el cuerpo a los carceleros”. La misiva termina con un “sin más, ser buenos y muchos abrazos, adelante siempre”.

Este documento fue incautado el día 9 de mayo de 2003, tras la detención de los miembros de la organización terrorista ETA Ainhoa García Montero, Aitor García Justo, Asier Aranguren Urroz y Thierry Idart en una vivienda ubicada en la localidad francesa de Saintes.

El magistrado ha acordado enviar a Apeztegia a prisión por la relevancia del delito que se le atribuye y lo abultado de la pena que podría imponérsele, lo que hace que el riesgo de fuga sea elevado.

La Audiencia Nacional ya abrió una investigación el pasado mes de julio gracias a los conocidos como `papeles de Francia´, un conjunto de más de 40.000 documentos entregados por la policía francesa. En esa ocasión se trataba de la investigación por el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado, perpetrado en 2000 en Vitoria. La identidad de los autores de este asesinato se desconocía hasta el hallazgo de esos documentos.

Según los investigadores, Apeztegia había establecido a partir de 2002 y desde prisión un canal de comunicación estable y seguro con la dirección de la banda terrorista para transmitir datos de funcionarios de prisiones como potenciales objetivos de atentado.