Ciencia
Las plantas fotosintetizan menos en verano tras una primavera calurosa
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Uno de los efectos del calentamiento global es que las plantas de muchas regiones del hemisferio norte crecen menos en verano cuando adelantan su crecimiento en la primavera si esta estación es más calurosa, con lo que absorben menos dióxido de carbono (CO2) durante la fotosíntesis.
Ésta es la conclusión de un estudio realizado por 17 investigadores de instituciones de Alemania, Australia, Austria, Estados Unidos, Francia Japón, Reino Unido y Suiza, y publicado en la revista ‘Nature’, tras analizar 30 años de imágenes satelitales de 41 millones de kilómetros de tierra al norte del paralelo 30 norte, desde el sur de Europa y Japón hasta las regiones de tundra más septentrionales, lo que permitió determinar la cantidad de fotosíntesis y de biomasa zona a zona.
Los científicos encontraron que el inicio temprano en la productividad de la planta debido a primaveras más cálidas no continúa en los meses de verano y otoño, es decir, contrariamente a la creencia popular, esto provoca que las plantas absorban menos CO2.
Anteriormente se creía que el inicio temprano de la temporada de crecimiento floral debido al aumento de las temperaturas globales alarga este proceso en las plantas, lo que permite obtener más biomasa durante su ciclo de vida y, por tanto, aumentar la fase de fotosíntesis y la cantidad de carbono capturado de la atmósfera.
El nuevo estudio indica los efectos adversos causados por una primavera más cálida, puesto que la biomasa vegetal disminuyó en muchas zonas durante los meses de verano y otoño, lo que limita significativamente la captura de carbono desde la atmósfera.
Con las imágenes satelitales, el equipo pudo estudiar las regiones del norte en busca de verdor asociado con una vegetación productiva saludable y evaluaron las correlaciones entre la temperatura, la época del año y la extensión del verdor en el paisaje de áreas de Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia y Rusia, entre otras.
RESULTADOS SATELITALES
Las observaciones satelitales mostraron que el hemisferio norte se estaba volviendo más verde en la primavera, pero entre un 13 y un 16% de la superficie terrestre total mostró efectos adversos en los meses posteriores, lo que contrasta con los modelos actuales del ciclo del carbono, que muestran efectos adversos entre un 1 y un 14%. Los efectos negativos de primaveras más cálidas fueron particularmente localizados en el oeste de América del Norte, Siberia y partes del este de Asia.
Cuando el clima primaveral comienza antes, es razonable suponer que las plantas tendrán más tiempo para crecer, absorber más carbono de la atmósfera y, en consecuencia, producir más biomasa. El nuevo estudio muestra que el hemisferio norte es más verde en la primavera cuando las temperaturas son especialmente cálidas, pero este impacto puede revertirse en el verano y el otoño.
El estudio sugiere que los recursos hídricos agotados asociados con una temporada de primavera más cálida podrían ser una causa importante de este fenómeno. El crecimiento abundante de las plantas lleva a una mayor demanda y evaporación de agua, lo que evita que las plantas tengan suficiente agua más adelante en el año para mantener la productividad.
CONSECUENCIAS “DRAMÁTICAS”
El trabajo muestra que los actuales modelos climáticos subestiman la reducción en la productividad de las plantas y, por tanto, sobreestiman la cantidad de carbono que absorben los ecosistemas terrestres a lo largo del año.
“Las regiones del norte han experimentado un calentamiento sustancial desde principios de la década de 1970, al cambiar la forma en que funcionan los ecosistemas”, apunta Wolfgang Buermann, de la Facultad de la Tierra y el Medio Ambiente de la Universidad de Leeds (Reino Unido), y autor principal del estudio.
Buermann indica que “hasta ahora se ha entendido de forma limitada el impacto total de inviernos más cortos y veranos más largos en las plantas”, pero la disponibilidad de imágenes satelitales ha permitido realizar un estudio de todas las regiones norteñas del mundo y tener una idea completa de cómo reaccionan las plantas ante los cambios en las estaciones.
"La preocupación es que los modelos climáticos utilizados para predecir los impactos futuros del cambio climático no reflejan lo que las observaciones muestran claramente. Se pensó que el inicio temprano de la primavera ayudaría a la productividad de la planta en los meses de verano y otoño. Sin embargo, podemos ver que la primera productividad de la planta de primavera cálida paga el precio más adelante en el año. Parece que los recursos valiosos necesarios para el crecimiento de las plantas, como el agua, no están disponibles en abundancia y cuando se consumen al principio de la temporada de cultivo faltan más adelante", explica.
Por su parte, Matthias Forkel, de la Universidad Técnica de Viena (Austria), indica que ya era conocido que el curso temporal del crecimiento de las plantas ha cambiado significativamente por el cambio climático.
Forkel recalca que “estos mecanismos son complicados y regionalmente diferentes”. “Tenemos que asumir que las consecuencias del calentamiento global serán incluso más dramáticas de lo que se calculó previamente", agrega.
(SERVIMEDIA)
07 Oct 2018
MGR/gja